Paisajeando el oeste del reino


Hace un par de semanas veíamos en Paisajeando el reino el trabajo en la frontera del este para incrementar la superficie de césped, que tras casi quince años es definitivamente lo más cómodo para mi, ya que el mantenimiento se hace en poco más de cinco minutos cada semana cortando el césped y algún minuto más arrancando malas hierbas, sobre todo esos odiosos dientes de león. En mi plan original, iba a realizar solo el este del reino y dejaba el oeste para el futuro pero como estoy en casa todo el tiempo, los días son largos y mi vecino se aburre, una mañana me puse a preparar la frontera oeste del reino y el vecino se me unió y ya la hemos dejado lista para la siguiente fase. En este caso, la zona de césped solo se expanderá unos cuarenta centímetros y algo más en el tramo pegado a la keli de las bicis. Hasta el otoño pasado, ese lado era una jungla de zarzamoras y en la parte pegada a la caseta, había un montón de fresas que al final no me comía porque las atacaban las babosas, así que en esta primera etapa, asesiné unos cientos de babosas y caracoles, extirpé las malas hierbas y después aflojé la tierra. Una de las razones para no haber puesto el césped hasta la valla al inicio fue que la dueña anterior tenía su jardín un poco más hundido que el mío y cuando echaba tierra por ese lado, se iba hacia su casa. Cuando pusieron baldosas en todo su jardín, eso se arregló. En la imagen que viene a continuación también se puede ver la estructura de mi hamaca, que uso con muchísima frecuencia y las jardineras en donde espero que me crezcan los pimientos de Padrón. La única planta que sobrevivirá en esta zona es la que está en la esquina y que da frambuesas, deliciosas, fabulosas y además la planta no se expande, que lleva ahí un montón de años y jamás ha querido multiplicarse como hacían las zarzamoras. En la foto también se ven las dos parras, una en la pata derecha de la pérgola y la otra, más joven y finita, justo al final de la zona que estoy arreglando.

En realidad esto ya es historia porque ya he implementado la segunda fase en ambos lados pero como se me había pasado el tema, ya seguiremos con eso la semana que viene.

Como nota anecdótica decir que cuando algunos ancestrales han venido a visitar a mis vecinos les han preguntado si hay gente nueva en la casa porque el jardín está arregladito y espectacular, a lo que ellos siempre responden que se me ha pasado la edad del Pavo y que estoy en una nueva fase de mi existencia en la que todo lo veo con césped, que luce muy bonito y ordenado. También sirve fabulosamente para tomar el sol y disfrutar del jardín.

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2 respuestas a “Paisajeando el oeste del reino”

  1. La verdad es que el césped es una gozada, sobre todo con las temperaturas que hacen aquí, sobre todo en verano, da una sensación tremenda de frescor, yo tengo el ranchito totalmente rodeado de grama, unos 400m2 y es genial, además, al llegar el otoño se acabó el trabajo de mantenimiento hasta la Primavera…
    Salud