Pantalones y perros


Todo el que no lo ha querido saber sabe que yo tengo dos istagrames, el ElegidoOFICIAL y EseOtroElegido y tengo dos porque el puto programa te limita mucho y yo quería tener una lista de gente para seguir sin estar relacionada con lo mío y no se pueden crear listas, así que me creé la segunda cuenta, en la que nadie me sigue y yo uso como revista para mirar lo que me interesa. La principal es para buceo, con vídeos diarios, los mismos que vemos recopilados por aquí, pero sin agrupar, de uno en uno y los fines de semana, fotos de comida que salió de la cocina de mi keli y en paralelo y también paralelos, historias interminables con lo que como, las gráficas de todo el ejercicio que hago, los pósteres de las pelis que voy a ver al CINE y cosas varias y esas historias, emigran también a los estados del Güazá. En esa cuenta, los que me siguen son gente con la que he buceado y desconocidos que no sé por qué están ahí y yo solo sigo a gente con la que he buceado o clubes de buceo. El algoritmo que controla el istagrame, me recomienda continuamente vídeos de buceo, ha intentado engatusarme con otros animales pero como que nunca ha podido y parecen haber renunciado al tema. En la cuenta de EseOtroElegido sucede algo totalmente raro. Ahí sigo a famosos y cuentas de comida, gente que me gusta como cocina y a los que copio recetas sin vergüenza y también a una página italiana de comida y recetas. Ahí, que para mí es como una revista, cuando entro, después de ver las anotaciones de los famosos y las recetas, el algoritmo me empeta más comida y dos cosas que no termino de comprender. Prácticamente toda la publicidad que me ponen es de pantalones, es que increíble, se deben pensar que yo voy en gallumbos por el mundo, me ponen una y otra vez anuncios de pantalones, para ir a trabajar, para hacer deporte, para salir, siempre pantalones, pantalones y más pantalones. No tengo ni puta idea de dónde sacó el algoritmo que yo quiero pantalones y tengo una teoría que algún famosete hizo publicidad encubierta de los mismos, igual yo le hice un lique y ya me cayó el SanBenito de los pantalones, que yo no compro pantalones desde el 2020 o antes, que tengo como cinco sin estrenar y otros cinco están en rotación, que lo mío con los pantalones es obsesivo compulsivo, cuando me da por comprarlos, compro un montón y después me olvido, como con polos, camisetas y camisas, que si voy a pasar por el trauma de la compra, la hago de un tirón y así tengo como veinte camisas para ir al laburo y creo que las compré todas en un periodo de seis meses y ni te cuento con los polos, que para mí comprar menos de tres es un pecado, yo si me gusta uno, me lo compro en al menos tres colores. Por suerte, como no soy mórbido como otros, mis tallas no varían y puedo almacenar la ropa para un futuro muy lejano, como cuando estuve en Nueva York, creo que en el 2005 o el 2006 y cerca de las antiguas Torres Gemelas había una tienda de liquidación de marcas en donde tenían vaqueros de cierta marca con número 501 y me traje unos doce del tirón por un precio de risa y el último lo tiré allá por el 2020. Recuerdo que compré tantos que tuve que comprar una segunda maleta para traerlos porque ya no me cabía toda la ropa en mi maleta. Bueno, volviendo al tema, en esa segunda cuenta me ponen publicidad de pantalones que no me interesan y me sugieren vídeos de adopciones de perros abandonados. Es super-hiper-mega obsevivo, llevo tres semanas agobiadísimo con lo de los perros, que mira que hay perros abandonados en el istagrama buscando dueño, casi que prefiero cuando mi istagrame pasó por la fase de bocadillos italianos obscenos, auténticas monstruosidades que no cabían en la boca, con kilos de comida dentro y que me daban una hambruna que no veas. Un día me los quitaron y ahora me tienen en esta campaña para perros abandonados que si se creen que yo voy a adoptar uno, lo tienen claro, yo ya bastante hago teniendo un blog y haciendo un podcast que escuchan un minúsculo grupo de personas, lo cual me parece muy bien.

A ver si supero pronto la cruz de los pantalones y los perros en adopción y volvemos a la comida, que tengo como cien recetas que he visto guardadas y de cuando en cuando pruebo alguna y hasta he incorporado a mi rutina algunos de esos descubrimientos.


3 respuestas a “Pantalones y perros”

  1. Yo detesto comprar la ropa, así que hago lo mismo que tu, paso el mal trago comprando cantidades ingentes de todo, de tal manera que de vez en cuando se me olvida lo que tengo y tengo que revisar, de esa manera me dura añales la ropa, y siempre en buen estado, a lo mejor paso meses para repetir una prenda, en fin, todos tenemos manías, supongo, al menos yo las tengo… 🙂
    Salud

  2. En ese sentido soy muy discordante con lo que se supone que me toca por género… me preocupa cero. Sigo usando la misma talla de hace veinte años y no me compro ropa hasta que ya me da vergüenza usar la vieja o veo que me vigilan si entro a un supermercado por las pintas. Cuando me mudé a este piso dos amigas gritaban como posesas porque se supone que podía montar el mejor vestidor del mundo, y mi respuesta automática fue «Con que ropa?». El truco (igual que sulaco con los 501) es usar ropa básica, sin modas excesivas, con lo que en dos estantes me entra toda mi ropa de verano e invierno y fiestas de guardar. Soy un desastre (según mi madre).

  3. Virtu, yo sin embargo acumulo mucha ropa porque nunca está en mal uso como para tirarla, y además me da mucha pereza ponerme a seleccionarla, así que mis armarios siempre está a reventar de ropa en perfecto estado, de vez en cuando dono un montón y eso me da cierto aire y se me quitan los cargos de conciencia, y encima, la mayoría de la ropa es regalada, raramente tengo que comprar…
    Salud