Salidos de cuentas – Due Date



Cuando voy al cine, siempre me ha parecido que es mucho más difícil hacer reír que llorar. Supongo que es por experiencia propia, la risa se dispara con intrincados mecanismos que no siempre responden a la historia pero el drama te lo creas tú mismo en tu cabeza y aunque la película no tenga el fuelle necesario, tú le pones la leña que haga falta y lloras todo lo que quieres. Por esto, cada vez que veo una buena comedia y la disfruto me queda la sensación de que será la última vez, que nadie va a lograr que vuelva a pasar un rato divertido en el cine. Por suerte siempre me equivoco y con Due Date me divertí de lo lindo. La película se ha estrenado en España con el título de Salidos de cuentas.

Un julay estresado tendrá que recorrer medio Estados Unidos acompañado por un julay descerebrado y con más peligro que una concentración de bolleras

Un tipo gris y aburrido se dispone a regresar a California para poder atender el parto de su primer hijo. En el aeropuerto todo se complica y acaba en la lista que impide subirse a un avión. Sin dinero y sin cartera tendrá que aceptar el ofrecimiento del tipo que le provocó todos los problemas y juntos se embarcan en un viaje de varios días por carretera cruzando los Estados Unidos de costa a costa. En ese viaje aprenderá un montón de cosas sobre sí mismo y descrubrirá que se puede odiar a alguien tanto como para amarlo.

Esta es otra de esas películas de amigotes embarcados en una gran aventura solo que aquí además tenemos una road movie y van por la carretera enfrentándose a todo tipo de situaciones absurdas de las que logran salir siempre por pura chiripa. Robert Downey Jr. se muestra muy eficaz y aunque nunca lo he visto como un actor cómico, al menos no caga las escenas y te lo pasas bien con su sufrimiento y su desconcierto por tener frente a sí a un tipo que parece sacado del planeta Raticulín. Ese tipo está interpretado por el actor Zach Galifianakis, el cual sobreactua a ratos pero ni con esas consigue suprimir el buen rollo que rodea esta historia. Es una de esas películas agradables de ver, que divierten, con bromas que pese a que están muy manidas siguen funcionando y con una buena química entre los protagonistas que ayuda a que salgamos del cine con la satisfacción de habernos reído y haber visto una comedia.

Si te apetece echarte unas risas con los amigos esta es una buena opción. Cine de consumo rápido y sin demasiadas complicaciones, bien hecho y que cumple con lo prometido.

07/10