Cuando mi empresa me obliga a ir al Reino desUnido, tenemos muy pocas opciones en lo relativo a comer y beber en la zona en la que está ubicada, que es básicamente el hiper-mega extra-radio de Londres. En el lugar hay un solo pub y en el mismo tienen varias cervezas de grifo. Una de las que probé el año pasado fue la Shipyard American Pale Ale de la que jamás de los jamases había oído hablar y aún así era feliz. Pese al nombre, al parecer se comenzó a vender en el Reino Unido a partir del año 2010 como resultado de una colaboración con una cervecera de ese país y después resultó que a la gente le gustaba y ahora hasta la venden en gringolandia. Tiene un porcentaje de alcohol del 4,5 %, no es para nada generosa con la espuma, la cual igual que aparece desaparece súbitamente y a mí ni me pareció refrescante ni de sabor agradable porque es demasiado dulce. Se puede beber pero no es una que me muera de ganas por volver a probar y este año cuando estuve en Londres la evité como la peste truscolana.