The Green Hornet


Por culpa de las dos empresas que tienen el monopolio de los comics, las adaptaciones al cine de historias que vienen de ese formato suelen ser unas cagadas de escándalo, llenas de polladas y el que no suelta lefa por las muñecas, vuela con una licra, suelta rayos por los ojos o se viste de folclórica metálica como Martirio y sale así a la calle. Son todos seres disfuncionales que deberían estar en chirona pero que preferimos ponerles ropa ajustada y de colores vivos y soltarlos para que jodan la vida al resto. Más o menos ha sido así hasta ahora, que tenemos a un tío más bien gordo, gandul como el solo, estúpido hasta niveles aptos para cobrar paga del estado y que sin comerlo ni beberlo acaba siendo una especie de superhéroe nada corriente. Lo podéis ver en la película The Green Hornet la cual gracias a la magia de los distribuidores tiene el mismo título en español porque no hubo huevos para titular la película LA AVISPA VERDE que era lo que deberían haber puesto, seguro que acojonados porque la gente no iría a las salas y como subnormales y acarajotados hay muchos, irán en grandes manadas viendo el título en inglés.

Un julay malcriado abusa de un comemierda chino para montarse un papelón como el guaca de la clase alta

El hijo de un magnate de los medios de comunicación hereda el imperio y no sabe muy bien qué hacer con el mismo. Se junta con el mecánico que mantenía los coches de su viejo y ambos acaban como villanos de pacotilla que en realidad lo que quieren es enfrentarse a los criminales y acabar con ellos. A partir de aquí tendremos una sucesión de escenas estrambóticas en las que ambos competirán por ver quién es más gilipollas y en las que de cuando en cuando veremos a una chorba lucir el palmito ya que queda bien. Ambos apatrullarán la ciudad en un coche blindado y atacando a los malos pero sin querer ser reconocidos como los buenos.

Mira que he visto películas de Seth Rogen y jamás imaginé que podría ser un superhéroe. Vamos, que con esas lorzas que le crecen por varias partes de su cuerpo no da el tipo. Y aún así ha logrado interpretar a uno de los más divertidos que recuerdo, un tipo que se toma demasiado en serio a sí mismo pero que no logra más que dar risa y que se junta con otro friki para desfogarse y tratar de vivir el sueño, que diría alguno de esos estúpidos concursantes de programas televisivos. Han logrado un guión sencillo y cachondo, lleno de momentos para reírte y con unas buenísimas escenas de acción en las que se exagera algo más de lo justo pero que quedan bien. Al lado de este hombre pusieron a un chino que parece primo hermano de Terminator y que tiene un pelo más denso que la fregona Vileda con la que limpio mi casa. Como había que redondear y tener piba, optaron por Cameron Díaz, algo talludita y ya entrando en el tramo final de su carrera, ese en el que de repente aprende a actuar y ha de dejar las películas en las que hace de percha y de cacho de carne con ojos y demostrar si realmente tenía madera para este trabajo. Aquí aún la tenemos poniendo las sonrisas a las que nos tiene acostumbrados por más de quince años y paseando ese culillo que seguramente controla con láser todos los días para que no le crezca ni un milímetro más.

Hay una música muy buena, una ambientación excelente, los malos son caricaturas como corresponde en las películas de superhéroes y aunque aquí todo el mundo hace el payaso, no esperábamos menos de ellos y se lo perdonamos todo. Me lo pasé genial y salí del cine con un chute de adrenalina y con la sensación de haber visto una muy buena película. Huelga decir que no tiene tema para intelectuales de gafas de pasta y similares.

Apalanca a la parienta y déjate acompañar por el clan al completo. Esta es una película que igual te sirve para ponerle la pierna encima a la chama que para darle hostias a los amigotes. Cine de palomitas, cerveza y risotadas. Ni más ni menos.

09/10


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