The Lion King – El rey león


La decadencia de la Disney es una de las cosas más terribles que le ha pasado al cine. Se han vuelto un puñado de peseteros y han renunciado a la creatividad y ahora, en lugar de hacer nuevas e increíbles películas con las que asombrarnos y maravillarnos, se prostituyen repitiendo sus clásicos con alguna variación, en versiones que ni queríamos ni necesitábamos, como la que voy a comentar hoy, que es básicamente la transformación de una película clásica de animación a una generada por ordenador. La original es El rey león – The Lion King, película que ya comenté por aquí cuando la re-estrenaron al meterle el TresDé. Ahora la han vuelto a hacer, así que tenemos de nuevo The Lion King, que en España se estrena de nuevo como El rey león.

Un julay se jode la vida por juntarse con truscolanes

La cría de un león que al parecer es el rey del cotarro está siempre haciendo trastadas y su tío, que es joputa, le monta al rey león una emboscada con hienas, lo mata, exilia a la cría y heredero y se convierte en león del barrio, mientras el joven acaba en un sitio con otros bichos, volviéndose vegetariano y viviendo la vida sin dar un palo al agua, hasta que una hembra que conocía de pequeño lo viene a buscar y tiene que volver a la jungla o así a matar a su tío y convertirse en el nuevo rey león y de paso, chingarse a la pelleja por el derecho de pernada.

No hay nada, absolutamente nada original en esta aberración. Es la misma historia que amábamos, con las mismas canciones, la misma música y en muchas ocasiones, con las mismas escenas, solo que ahora un patético ordenador es incapaz de crear la magia que hicieron unos animadores con figuras más sencillas. La primera estocada en el corazón te la dan cuando te das cuenta que la música es muchísimo peor, que las voces están son una puta mierda del copón, que parecen un coro de furcias y maricones sacados de algún concurso televisivo de triunfitos. Añade la falta de expresividad de lsa bestias hechas por ordenador y la mediocridad de algunas escenas y aquello es un cóctel explosivo de basura. Hay escenas, cuando intentan poner hojas de árboles a moverse todas al mismo tiempo por el viento en los que me dan arcadas, se pueden ver los patrones que se repiten por toda la pantalla. Al subnormal, retardado, joputa, gilipollas que hizo de día la escena con la canción Can you feel the love T-O-N-I-G-H-T, es para tirarlo en medio de tierra de joputas-terroristas-islámicos y que se lo coman allí, que la letra de la canción ya dice que es de NOCHE y la nueva escena la pusieron de día. La nueva canción que han añadido para que una tal vellonsé, que debe ser un travelo, se luzca, es peripatética, es una mierda del copón, no pega en la película ni esnifando gofio y además, es que la canta mal. Vamos de mierda en mierda y vuelvo a tirar porque me toca y cuando aquella bazofia acaba, tenía tal cabreo encima que si no es porque me siento siempre en la misma butaca en el cine, es que les meo allí y me voy a casa tan a gustito. Esta es la tercera película de este año a la que le doy la menor puntuación y desde ya te digo que es mi favorita para el CEROLO del 2019.

Mira, si eres un miembro del Clan de los Orcos y me dices que te gustó, busca un puente bien alto y tírate desde el mismo y deja de gastar el aire que respiramos los seres humanos. Si eres un sub-intelectual con GafaPasta, no concibo que hayas entrado a una sala a ver este aquelarre, pero si lo has hecho, sigue el caminito del Orco hacia el puente y ya sabes lo que tienes que hacer.


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