Estaba yo pensando que en realidad, prácticamente durante toda la vida del mejor blog sin premios en castellano han aparecido por aquí pelis de los transformers y para confirmarlo, me metí en el buscador y encontré Transformers en el año 2007, Transformers: Revenge of the Fallen – Transformers: La venganza de los caídos en el 2009, Transformers: El lado oscuro de la luna – Transformers: Dark of the Moon en el 2011, Transformers: La era de la extinción – Transformers: Age of Extinction en el 2014 y todas las pelis anteriores a esta tuvieron un punto y eso no me impidió seguir yendo al cine, que les tomó cuatro películas para conseguir el primer 6 y lo perdieron en la siguiente, Transformers: El último caballero – Transformers: The Last Knight, en el 2017, que volvió al clásico punto único y en el 2018 llegó la última, que yo sepa, que fue Bumblebee, la primera sin la palabra transformers en el título y que volvió a conseguir un 6, así que tenía curiosidad por saber hasta donde puede llegar Transformers: Rise of the Beasts, película que se estrenó en España la semana pasada con el título de Transformers: El despertar de las bestias, muchísimo menos pomposo que truscoluña no es nación.

Unos julays se mezclan con robots acarajotados para buscar una coña marinera o algo así, sin chimpún.

Tenemos los autobots, que eran los de siempre y ahora aparecen unos nuevos llamados los Maximals, que vienen de otro planeta, como los primeros, pero tienen forma de animales terrestres, que es lógico y natural para máquinas extraterrestres. Todos los bichos esos están en peligro de extinción junto con los humanos por culpa de un malaje que quiere una coña de moverte en el espacio tiempo que está oculta en la tierra, que resulta que una becaria de museo gringo descifra un lenguaje oculto y la encuentra sin ni siquiera saber leer y escribir y va junto a un panoli que estaba robando coches en el museo porque así de fastuosa en la vida.

Esto vuelve a colocarse al nivel de las dos pelis de la saga que me han gustado. Es entretenimiento sin más, no hay que pensar, no hay que complicarse, no hay que darle vueltas a nada, es una peli sencilla de acción con robots que se transforman y dos humanos que parecen acarajotaos. Una parte de la acción es en Nueva York y la otra en Sudamérica, que es en donde tenemos la batalla final. La película no requiere el uso del cerebro, es cine de palomitas, entretiene y no desarrollan complicadas ideas ni hay tramas secundarias, esto es simple llegando a simplón y esa es su principal ventaja, no requiere una concentración intensiva, dura más de dos horas y en el cine hay un aire acondicionado riquísimo.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos, esto lo hicieron pensando en ti y deberías ir a verla con los miembros del Clan, es cine de palomitas y pachanga. Precisamente por eso horrorizará a cualquier sub-intelectual con GafaPasta que se vea expuesto a la misma.