Un día cualquiera


Ser uno de los ganadores de la lotería de la reorganización tiene sus más y sus menos. Aún no hay nada claro y todo el mundo espera que se sepa algo antes del fin de semana. Sin embargo se siguen filtrando noticias por aquí y por allí. Por ejemplo, yo ya sé que voy a trabajar en el equipo que ya he bautizado como The IP Crowd en honor de la más divertida serie de televisión de los últimos años. Soy consciente que la mayoría de los que me leen no tienen ni puta idea de a qué programa me refiero ya que es a) demasiado nuevo, b) demasiado friki, c) está en inglés, d) está en inglés británico. Con la potra que me gasto el jefe de ese grupo será uno de mis amigos holandeses de la empresa, el que va al cine conmigo los lunes. Tendré que ponerles mote algún día para distinguirlos. Digamos que en mi compañía tengo tres amigos principales: el chino al que todos conocen y que continúa en sus cerros de ?beda flipando el solo, el holandés 1 que es el que será mi jefe y el holandés 2 que es con el que suelo caminar todos los días y con el que hago fotografías por ahí. Hay más gente pero no son cool, usando una expresión de un coyote al que tuve el privilegio de escuchar hablando en la playa de la Garita en diciembre. Lo dicho que voy a estar entre la élite y encima mi jefe será un amigo. No hay nada confirmado oficialmente pero yo lo sé. Ayer lo celebramos yéndonos de copas con otro colega y más tarde a cenar a casa de mi jefe. Terminamos en el cine viendo la sorpresa de la temporada y mi nueva obra maestra favorita: Running Scared. Ya hablaré sobre la película un día de estos.

Otra de las consecuencias de este súbito ascenso y coronación como caballero de la mesa rectangular es la de la envidia, que es muy mala. Hay unos cuantos que se han propuesto que tropiece y andan poniéndome zancadillas estos últimos días. Pobres desgraciados. Nunca aprenderán. Les he respondido de la manera que respondo siempre a estos futiles ataques: trabajando más y mejor. Estamos a diez días de cerrar el trimestre y nuestros objetivos no van nada bien, particularmente por culpa de alguno de los mentados, así que he activado el turbo y en dos días he vuelto a colocar a mi departamento en línea con los objetivos. Me ha tomado el prescindir de dos pausas de café. Mi productividad se debe haber incrementado sobre un treinta por ciento. Yo conozco mucho friki que trabaja como una mula pero que adolecen de capacidades de comunicación. El secreto de este tipo de esfuerzos reside en promocionarlo masivamente. Así que estamos en martes, mi segundo día de Alta Velocidad Española y toda la empresa ya sabe que estoy salvando la paga de objetivos de ciento cuarenta personas. Los que trataron de putearme están ahora con la mierda sobre su coronilla porque los jefillos les preguntan por qué he de hacer yo el trabajo por el que ellos reciben su dinero. Ellos me miran con odio y ahora tratan de hacerse los chachis conmigo pero no les funciona en absoluto. Para cuando acabe con ellos este viernes serán pasto de infamia. Además me divierto que la maldad siempre me ha puesto de buen humor.

Seguimos de invierno por aquí arriba. Ayer pedaleaba a medianoche con unos saludables dos grados bajo cero y un viento frío y cortante que te ayudaba a no dormirte. Espero que se acabe pronto este frío sin escarcha y que llegue la primavera con sus tulipanes, sus hojas, sus colores y toda la parafernalia.

Mi mayor preocupación para esta semana sigue siendo el encontrar billetes para irme a Canarias de vacaciones. Por ahora no ha habido ninguna suerte. Espero que cambien las tornas pronto. Es posible que en lugar de una semana vaya dos. Ya me han pedido si me puedo llevar el portátil de la empresa y trabajar unas horillas desde allí que por supuesto me darían en días libres. Ya sería el despiporre máximo que me pase una semana de vacaciones y me devuelvan los días. No creo que lo haga porque aún no sé que hacer con los cincuenta y dos días de vacaciones que me quedan por gastar este año.

En fin, que la vida es muy dura y muy corta y hoy no me apetecía escribir mucho y en breves instantes (esto lo he escrito por la tarde) he quedado con mi muy mejor amigo holandés para irnos a de copas por Utrecht y tengo que salir pitando.


12 respuestas a “Un día cualquiera”

  1. iremos al festival
    y a ver si te animas que ahora te va bien en el trabajo y me invitas al japo

  2. Juas, al japo no te llevo porque no tienen gofio escaldado ni carne cochino. Te pago una cena en el de Melenara (Casa Perico o Casa Perico Jr.) y me harto a comer comida canaria allí.
    Jean: Hoy por hoy el autobombo es la única forma de promoción en las grandes empresas. Si esperas que te descubran lo único que conseguirás es que otro se mame tus méritos.

  3. BREAKING NEWS
    TENGO BILLETES. Llego el domingo 26 y me vuelvo el sábado 8 de abril. DOS SEMANAS COMPLETAS en Gran Canaria.
    ¡Que se abran los cielos y luzca el sol que vuelve el hijo pródigo!

  4. mmmmm, «the ip crowd» ya he puesto a funcionar el cliente pdosp. Decir que tiene una descarga legal equivalente que por exceso de tráfico han cerrado.

    Los días empiezan a estar buenos y seguro que podrás pasarte los días en la playita.

  5. Están por toda la Internet así que no deberías tener problemas para encontrarlos. Yo si hay nubes bajo a Puerto Rico, Amadores o a donde haga falta pero juro por los tampones impolutos de la Virgen María que vuelvo como un tizón a Holanda.

  6. No te preocupes, mis padres acaban de volver de Lanzarote, y a pesar de que hizo mal tiempo vuelven negros como el sobaco de un grillo! El caso es dar envidia al personal…

  7. No si preocupado no ando. Mi madre y todos los que llamo con frecuencia me han dicho que el tiempo está de puta madre y en el sur de la isla aún más mejor que bueno. Me voy a poner como un tizón.

  8. Fue fácil encontrar «The IP crowd» y el primer capítulo que ví ayer, estuvo bien, aunque no maravilloso. Me recordó mucho a la pareja basura «bottom» aunque con un estilo menos bestia.
    Esta noche seguiré viendo.
    Saluddddos

  9. Qué poco friki eres bishop. The IT Crowd es lo más de lo más de lo más. Ya me he visto los seis episodios más de cinco veces.