Un flipe de águila marina moteada y cara a cara con tiburones


Llevamos una saga de vídeos de buceo que solo se pueden calificar como épicos, mágicos y legendarios y nos recuerdan aquellos maravillosos años en los que hasta podíamos bucear, que ahora el mundo es una mierda en la que siempre tenemos que estar encerrados mientras la rata esa asquerosa que vive en Güaterlú sigue suelta. Hoy llegamos a mi último día completo de buceo en Guraidhoo, el cual relaté en la anotación Prácticamente al final de la semana de buceo. Volví, como en casi todos los días anteriores, a hacer la primera inmersión en Kandooma Thila, ese lugar fabuloso en el que los tiburones campan a sus anchas y yo me siento como en casa. Otra vez y por mi afán grabador, he partido los vídeos de la inmersión en dos cachos y hoy tenemos el primero y puedo asegurar y hasta aseguro que ambos vídeos serán super-hiper-mega especiales. La música que acompaña a las imágenes es la canción clásica de Mecano titulada Hoy no me puedo levantar, que vamos, que casi lo estamos viviendo.

Todos sabemos como empiezan estos vídeos con el descenso y los peces usando nuestro aire pero es que inmediatamente después de eso tenemos un tiburón a milímetros de mí, un flipe de que te cagas. Después vemos una selección de mil millones de peces al lado de una roca y volvemos a lo nuestro, que son los tiburones, antes de cambiar a lo otro nuestro, las águilas marinas moteadas, que vemos lejos porque estaban en la superficie hasta que una bajó y se desmelenó a hacer maniobras en una escena que la veo y lloro de alegría, fue en tres palabras, Mar avi llosa. Tras eso, más de lo mismo, águilas marinas moteadas pasando y tiburones pegaditos a mí, alucinando con lo cerca que vinieron.

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