Siempre es bueno recordar que yo veo muy poca televisión y se limita más bien a un par de comedias que dan a la hora de la cena y a series de ciencia ficción o terror, las cuales sigo con devoción. Todo lo que cae en el drama, las intrigas policiales, el thriller, las movidas hospitalarias, de escuelas o de hospitales me la sudan bastante y me aburren hasta el infinito ya que semana tras semana repiten el mismo episodio sin que se vea venir el fin. Así que mi vida continúa su tortuoso y feliz camino sin Perdidos, CSI, 24, House o cualquier cosa que se les parezca. Por culpa del plantel de actores de un trailer resultón, fui a ver Vantage Point, que en España se ha estrenado como En el punto de mira
Julay malo nunca muere
La trama nos cuenta el asesinato del presidente de los Estados Unidos de América el día que da un discurso en la Plaza Mayor de Salamanca, o eso creía yo. Inicialmente nos chupamos una escena continua que desemboca en la muerte a tiros del colega. Después hay una perturbación en la Fuerza y el reloj retrocede hasta exáctamente el mismo momento en el que comenzó la película y nos tenemos que mamar la misma mierda pero vista desde los ojos de otro de los testigos y con una visión algo distinta que nos descubre una chorrada. Al llegar a la muerte vuelve la infame perturbación y retrocedemos a la hora inicial para mamarnos por tercera vez la misma escena desde otro punto de vista descubriendo algo más. Esto se repite una y otra vez, sin que parezca que tenga final. A mí me perdieron en la primera repetición. Me resulta ofensivo que consideren que mi cerebro está tan atrofiado que hay que darme la información masticada y digerida como si fuera un acarajotado y me desconecté de la historia tras los primeros diez minutos. Odié todas y cada una de las repeticiones, no me aportaron nada, no son inteligentes, se sabe desde el comienzo que no descubres nada porque todo lo cambian a su antojo con un nuevo ángulo de cámara y me limité a disfrutar con la belleza de Salamanca, de la cual no es que se vea mucho pero al menos la Plaza Mayor la podemos ver reventar por una bomba en ocho ocasiones. Hacia el final de la peli ya me importaba un carajo lo que sucedía y tenía clarísimo que aquello iba a terminar con un escandaloso final feliz.
El director solo ha dirigido cosas para televisión hasta este engendro y ya ha sido cuidadosamente anotado en mi lista negra. Espero que se mantenga lejos del cine. Su estilo de primeros planos muy cercanos, de movimientos de cámara a lo serie de televisión, me terminó enfermando. Los actores estaban allí por las vacaciones pagadas en España y si hay que destacar uno que sobresale por lo mal que interpreta su papel, ese es Matthew Fox, del que he acabado convencido que es un cacho de carne con ojos que no puede ni quiere actuar.
Si te puedes esperar a que salga en DVD o la den por la tele te ahorrarás dinero ya que es el episodio piloto de alguna nueva serie que en condiciones normales yo jamás habría visto. Si quieres arriesgarte y ver esta mierda, allá tú, mejor te dejas el cerebro en casa para que no sufra daños irreparables.
Una respuesta a “Vantage Point – En el punto de mira”
Desde luego, menuda mierda de película. Yo la vi en streaming desde sidereel, pero da igual, qué perdida de tiempo.
cómo estás tío fede?