Ya casi llegó la hora


No seas truscolán y empieza a leer esto por donde se debe, que no es otro lugar que La buhardilla

Como pasa el tiempo, es que parpadeas un puñado de veces y ya no es julio del año pasado, cuando fui a apalabrar la compra e instalación de la buhardilla en el segundo dormitorio de mi keli. Incluso cuando me dijeron justo antes de navidades que lo instalarían el diez de marzo, eso sonaba como a un tiempo futuro muy lejano y que quizás ni llegaríamos a ver pero mira tú por donde, será mañana. Lo más importante, la previsión meteorológica es de tiempo seco, aunque habrá lluvia la noche de ese día, lo cual me la suda pero que bastante porque el trabajo lo habrán acabado nueve o diez horas antes de que comience a llover. Ya informé hace una semana que quitamos el radiador, algo que figuraba en el contrato como una tarea que me correspondía a mí y supongo que la razón es que les hace perder una hora, ya que por muy bueno que seas poniendo y quitando esos aparatos, primero hay que vaciar el agua del sistema y eso toma tiempo y al menos en mi caso, cinco cubos de agua que fue lo que sacamos del radiador y las tuberías hasta llegar a su nivel. Mi otro compromiso con los instaladores era el de cubrir el suelo, quitar los muebles y apilarlos en el lado opuesto de la habitación y asegurarme que hay un camino libre desde la entrada de la keli al lugar de trabajo. Eso fue lo que hicimos hoy.

En la planta baja, desde la entrada y hasta la escalera, el suelo está cubierto. La escalera es algo que en el contrato aparece como que ellos la cubrirán, así que nuestra obra siguió desde la escalera hasta el susodicho dormitorio. Para la zona de trabajo, que es la que vemos en la foto, inicialmente habíamos pensado en unos cartones especiales que vienen en rollos y con los que se cubren el suelo pero al final los usamos solo en los otros dos lugares y yo encontré una especie de mega-manta cubridora que se ajusta perfectamente al tamaño de la habitación. Fuera de la imagen, también tenía unos plásticos enormes que compré la última vez que pensé que iba a pintar, algo que me da una alergia y pereza terrible y que por fin han encontrado su uso. Con todo apilado, con el suelo cubierto, con el camino desde la entrada de la keli hasta el lugar libre de obstáculos y con tiempo seco y frío previsto para mañana, ya solo queda que lleguen a las siete de la mañana y que despierten a todos mis vecinos cuando empiecen a cortar con sierras el tejado desde dentro y desde afuera, apilen todo en bolsas gigantescas, las icen con una grúa y después, con un agujero visible desde el exterior, eleven la estructura de la buhardilla, la traigan hasta su posición y la coloquen. Por supuesto que haré algunas fotos del evento y además, ya he preparado la denostada y ninguneada cámara que uso para los fabulosos y fantásticos vídeos de buceo y la fijaré en un lugar del jardín en un modo de fotos temporizadas, cada dos o tres segundos y con las cienes y cienes de miles de fotos que tomaré crearé un vídeo en el que se verá como va cambiando la forma de mi casa por detrás, aunque dudo que veamos el susodicho vídeo esta semana, dependerá del trabajo que me tome prepararlo. Habrá otros vídeos hechos con el telefonino y como todo el mundo trabaja desde casa, seguro que tendremos hasta un plantel de expertos en nada pero que siempre tienen que dar su opinión que vendrán a decirles a los operarios como hacer su trabajo mejor y a los que como se descuiden, los rociaré con el flis de los mosquitos y para aquellos que desconozcan este anglicismo canario, decir que la palabra es la que se usa en mi tierra para lo que los godos, peninsulares y otros llaman insecticida y la nuestra, la palabra flis, viene de la inglesa flyes, para referirse a las moscas, que se mataban y se matan con aquel pulverizador mágico, igual que las cucas volonas, aunque la lengua ha evolucionado mucho y hoy en día, las cucas volonas son las moras emburkadas desde el coño hasta las extremidades, muchas veces con telas negras o muy oscuras y que realmente parecen cucas gigantescas.

El drama continúa en Al tejado le sale una calva y un agujero

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4 respuestas a “Ya casi llegó la hora”

  1. Flis en mi tierra le llamamos a casi cualquier spray. Vale para todo.
    La mejora en tu casa va a ser brutal, por dentro y por fuera. Sobre todo si sacas el puñetero amarillo de las paredes. Sin acritud.

  2. Tío, tío, tío, va a quedar E-X-P-E-C-T-A-C-U-L-A-R, con las paredes blancas, y el set de grabación del canal ¿estará bajo la ventana? Lucirás espléndido con luz natural! ¿Tienes ya la estantería de libros para poner detrás? No hay YUTUBER de gafa de pasta que se precie sin su estantería de libros detrás, pero … claro, tu no lees libros, tu escuchas libros, no sé, no sé …

  3. ¡No puedo esperar mas para ver la buhardilla!
    De hecho voy a mirar por internete…
    Cuando yo era un chaval, osea, hace un par de años, habia un producto que se llamaba Flit, mataba al instante todo lo que se movia, pero con el tiempo lo prohibieron, me acuerdo que se echaba con una bomba parecida a las de hinchar las ruedas de las bicis, pero con forma de T, que tambien se usaba para echar DDT, tambien prohibido por lo venenoso, mas que «La moños podemita» que ya es decir. A mi me da la impresión que lo de Flis viene de Flit, y como dice la Virtu, ya se le llama a todos los espray e insecticidas, investigaré, si no se me olvida.
    Yo siempre le he llamado Fufú, pero es de mi invención… 🙂
    Salud

  4. Genín, ese producto (que a mi ni me suena) seguro que lo retiraron porque era un pequeño Chernobyl en flis…