Ahora que todos estamos super-hiper-mega comunicadísimos, que yo puedo recorrer la campiña del sur de Inglaterra y prácticamente en tiempo irreal pongo fotos en mi estado del güazá y aquellos privilegiados que tienen mi número de teléfono pueden ir viendo como avanzo durante el día y lo mejor de lo mejor de lo que estoy viendo, asumiendo que en ese instante ponga fotos. Como por suerte soy tengo tantas personalidades como programas para ser algo más sociable, en otro de esos mundillos, en el istagrame, llevo otra vida totalmente distinta y procuro que no haya interacción entre los que me siguen en uno y otro lado, con el segundo grupo formado por los coleguillas/amigos de buceo y desconocidos que descubren alguna de mis fotos. La única excepción en ese mundillo es el Turco, con el que charlo por ambos sistemas, saltando de uno a otro. Todos sabemos que reciéntemente rompió con su novia post-adolescente del último año o algo así, ya que rompieron y seguían mandándose mensajes. Ella me conoce y por supuesto sabe que mi lealtad está en El equipo del Turco y como él puso la foto indicando mi nombre de usuario en esa red, el hombre tiene la sospecha de que ella me controla en secreto.

Resultó que justo el día en el que quedamos para cenar el Turco y el Elegido, una española que conoce le había dicho de irse a Sevilla de fin de semana y por supuesto el hombre accedió, ya que estaba libre y no comprometido. En las dos o tres semanas que pasaron su situación se complicó, ya que técnicamente estaban negociando el armisticio, en el que él cede y le da más visibilidad en su mundillo y ella a cambio se deja empreñar y le da el segundo y el tercer hijo. Yo ya le he dicho al Turco que lo que hacen todos los famosos y poderosos ahora es pagar a una pava de un país de muertos de hambre para hacerle el bombo y que tenga tu chiquillo y así después te evitas manutención y visitas y todo lo demás pero el hombre no acaba de ver claro el concepto y prefiere el método tradicional con divorcio incluido. En fin, que mientras están las negociaciones en activo, él considera que técnicamente, aún no están oficialmente juntos, aunque han habido uno o varios rozamientos carnales y por tanto, no está pegándosela con la española, aunque yo hago de mosca cojonera y le repito y le tripito que está cometiendo una infidelidad, que le está haciendo a la otra un Vitorino en toda regla. Las semanas han pasado y llegó el fin de semana y entonces el Turco me dice que para tapar ese fin de semana que tiene organizado con la española, ha modificado la verdad ligeramente y nos vamos los dos de fin de semana a Sevilla, aunque en realidad yo no estoy allí. O sea, acabo de lleno en el fregado para tapar una mentira del colega.

Hasta aquí todo bien, lo que pasó es que cuando el chamo viajó a Sevilla, yo sigo con mi ritmo normal en el istagrame y pongo una foto de comida fabulosa y fantástica, que igual que en el blog, casualmente el mejor blog sin premios en castellano, uso siempre el fin de semana para hablar de cine, en el istagrame pongo fotos de comida hecha en casa y les añado la ubicación en la ciudad de Utrecht, en donde todos sabemos que está mi keli. Como el Turco me sigue, al rato me manda un mensaje traumatizado porque según él, la pelleja igual lo mira y se supone que estamos juntos en Sevilla, lugar del que yo no estoy poniendo fotos. Así, súbitamente, me encuentro que estoy bilocado, que de palabra dicen que estoy en Sevilla y de obra parece que estoy en Utrecht y de hecho, estaba en Amsterdam en el cine. Al día siguiente, el domingo, como seguíamos en Sevilla, según algunos, aunque yo me bilocaba pa’l coño y ese día sí que estaba en Utrecht, tuve que poner la foto de comida sin una ubicación geográfica, como si no se notara que el plato es el que tiene los dibujitos azules y que sale en la mitad de mis fotos. La Vitorina no creo que haya mirado porque hay que tener una mente muy retorcida para andar pescando en esos mares, aunque quién sabe, el Turco tiene que borrar o esconder las fotos que se haya podido hacer con la otra si no quiere que le estalle todo el artificio en la cara. Ya le he pasado al Turco mi agenda de escapadas de fin de semana de marzo y abril para que no me monte un pitote y me biloque en algún otro lado mientras yo pongo fotos a mansalva del sitio en el que realmente estoy.