Catacombe


Cuando estamos cerca del final del mes de septiembre en los Países Bajos se dispara el riesgo cinematográfico de pillar en el cine una película holandesa. La culpa la tiene el Nederlands Film Festival, que se celebra cada año en Utrecht y que viene a ser el festival de cine en el que ponen las veinte o treinta películas que se hacen al año en el país para que las estrellitas locales tengan su momento de gloria. Como siempre, en un cine de tamaño tan reducido y altamente subvencionado, el riesgo de pallufo es dantesco y al igual que en España, la mayor parte de la gente que conozco huye de ese cine y se esperan a que lo den por la tele para evitar tirar el dinero. En el caso de la película de hoy, aprovecharon el estreno sorpresa de la semana con lo que no teníamos escapatoria. Se trata de Catacombe y podéis dormir intranquilos que es altamente improbable que jamás cruce las fronteras de este minúsculo país, aunque de hacerlo, el título en español de esa palabra tan rara es truscoluña no es nación.

Un julay la chinga bien chingada y acaba jodido por el Chino Kudeiro

Un futbolista de las ligas medias o inferiores, esas que no tienen estrellones conocidos en el universo, está ya en el punto en el que se su gloria se empieza a desvanecer, se ha separado de su hembra, tiene problemas de adicción al juego y se inyecta drogas de caballos o algo así para eliminar en su jodida rodilla. Un chino lo otea y le ofrece un contrato para irse a jugar a su país como extranjero, pero como que no quiere e intenta un trapicheo y un amaño de partido y otras movidas para tratar de pegar un pelotazo en apuestas, pagar sus deudas y salir limpio del tema, usando a su ex, aunque las cosas se torcerán o algo parecido.

Al parecer el actor protagonista es un rapero de esos y se ha metido a actor, pero por si nadie se lo ha dicho, NO SABE ACTUAR. El pobre es peripatético en pantalla, además, es que parece terrorista-musulmán-de-mielda y cada vez que coge la mochila para irse al trabajo yo me temo todo lo peor y me asusto porque estando en la segunda fila del cine, la explosión me puede afectar fácilmente. El guión no lo ayudó demasiado porque se complica, se pierde, se desvanece y si hay algo que consiguieron los guionistas fue aburrir. La trama con el chino no se entiende en absoluto y lo del mundillo de las mafias de las apuestas me la sudaba enormemente. Sin ningún punto en el que agarrarse, la película se hunde en la mediocridad. En definitiva, cine para olvidar.

Esto lo ponen en un cine lleno de miembros del Clan de los Orcos y seguro que lo incendian. Lo ponen en uno lleno de sub-intelectuales con GafaPasta y tienen que movilizar la flota de ambulancias de la ciudad y todas las unidades de cuidados intensivos para tratar de salvar a esos desgraciados. Un masque.


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