¡Oh, Capitán! ¡Mi Capitán!


A veces un día que comienza de manera normal se puede torcer completamente por algo inesperado y que ni siquiera te debería tocar. Esta mañana, mientras desayunaba un par de magdalenas miraba en mi iPad todo lo que el Tiny Tiny RSS había pescado durante la noche. Suelo seguir un orden aleatorio dentro de las categorías en las que he agrupado todo el contenido sindicado que capturo y muchas veces empiezo limpiando la lista de episodios de las series que me gusta y como siempre, me asombraba porque los martes solo hay dos que me gustan, aunque mirándolo por el lado positivo, son dos más de las que me gustan los miércoles, los jueves o los domingos, días en los que parece que no hay nada en el universo de interés. Después saltaba a las noticias del día, las cuales resultaban totalmente faltas de interés y continuaba hacia las noticias sobre el Cine y ahí, entre un puñado de ellas veía un titular: A constant quality: Robin Williams, 1951-2014. Algo en mi cabeza encajaba de manera lenta el hecho de que cuando alguien pone una fecha seguida de un guión y otra fecha, estamos cerrando un ciclo. Volví a leer el nombre porque no me lo podía creer y después me lancé a mirar en la prensa internacional esperando que no fuera cierto.

Con más de mil trescientas cincuenta anotaciones en la categoría de Cine, lo cual viene ser casi el diecinueve por ciento del contenido de el lugar en el que nada es lo que parece, creo que queda claro por donde tira una de mis aficiones. El golpe, cuando confirmé que era cierto, fue lo suficientemente fuerte para echarme a llorar mientras pedaleaba hacia la estación de tren camino del trabajo y para tenerme todo el día recordando viejas películas, momentos grabados a fuego en mi memoria en los que Robin Williams jugaba un papel fundamental. No recuerdo el cine sin este actor ya que crecí viendo sus películas. Mirando en su filmografía, mi primer punto de contacto conocido con él fue en Good Morning, Vietnam y creo que le bastó esa película para entrar en mi lista de actores favoritos. Lo único que recuerdo de esa película es a Robin Williams. Después de esa película vinieron una serie de títulos que lo convirtieron en un actor de leyenda, con Las aventuras del barón Munchausen, El club de los poetas muertos, película que pagué en su momento por ver en un cine más de una vez, película que sacamos del videoclub nada más aparecer en ese formato y que me obligó a llevar cierto aparato VHS desde mi casa a casa de una amiga y puede que una o varias personas hicieran algo por lo que son famosos los españoles en todo el universo. Creo que alguien me compró y regalo el DéuVeDé y es una de esas historias que con los años no solo no ha perdido valor, lo ha ganado. Hubo otras películas, como Despertares, la maravillosa El rey pescador, que siempre que veo en la lista de películas disponibles en un avión es muy posible que acabe por verla y siempre, siempre, siempre Robin Williams conseguía brillar hasta niveles de supernova. Cualquier otro actor ya habría tenido como para una gran carrera pero el siguió añadiendo películas, como Hook (El capitán Garfio) y le bastó su voz en Aladdin para que la gente pidiera que lo nominaran solo por la misma a los Oscars. Esa es una película que hay que ver en versión original para escucharlo, para alucinar con un trabajo maestro. Siguió sorprendiéndonos con Señora Doubtfire, papá de por vida, comedia dramática que bordó y todavía disfruto como un enano con Jumanji, uno de esos pecados veniales que nos negamos a confesar. Volvió a tocar nuestros corazones en El indomable Will Hunting, otra de esas películas que te marcan cuando la ves por primera vez. Fue un robot encantador en El hombre bicentenario y apareció en otro montón de películas que he ido viendo a lo largo de los años. Me da rabia y me jode que la última película suya que he visto haya sido La mirada del amor – The Face of Love, película en la que me llamó la atención lo mal que estaba y definitivamente iré a ver las cinco películas suyas que quedan por estrenar.

No podemos hacer nada cuando alguien toma el camino que él eligió ayer, pero en señal de respeto por todos los grandes momentos que nos ha dado, hoy me subiré a una mesa y mirando hacia el cielo lo saludaré con un ¡Oh, Capitán! ¡Mi Capitán!

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3 respuestas a “¡Oh, Capitán! ¡Mi Capitán!”

  1. Ciertamente una triste pérdida. No deja de sorprenderme cómo personas como él pasan por nuestra vida, sin apenas percatarnos, pero que siempre están presente cuando comentas esta o aquella película o aquella escena y haces una lista de buenos momentos. Y sí, muchas de las películas que comentas están dentro de m lista «have to» y he ido atesorando en BluRay con el paso del tiempo. Y todas ellas serían impensables sin Robin Williams.

    Me uno a ti. ¡Oh, Capitán! ¡Mi Capitán!

  2. Que tristeza mas grande tengo encima desde que me enteré…
    Si, me uno a vosotros, Oh capitán, mi capitán…
    Salud

  3. A mi también me ha apenado, pero me gustó más en la peli que hacía de estudiante de medicina payaso.