The Men Who Stare at Goats – Los hombres que miraban fijamente a las cabras


Cuando te tropiezas con una película en la que actúa uno de los grandes estrellones de Hollywood, seguro que das por sentado que es otra de esas producciones con un presupuesto desproporcionado. Si salen más de una estrella, todavía más seguro. Sin embargo no siempre es así, hay pequeñas películas que consiguen atraer a esos grandes nombres solo porque les llama la atención el guión, o porque su director es alguien interesante y renuncian a sus inflados salarios por poder participar. Una de esas películas es The Men Who Stare at Goats que se estrenará en España a finales de enero con el título de Los hombres que miraban fijamente a las cabras.

Un julay nescafeinado echa unos males de ojo del copón a los que no hay cabra ni cabrón que se les resista

Un reportero del que se separa su mujer para enrollarse con su editor se va a Iraq en busca de un buen reportaje y allí conoce a un tipo extraño que al parecer formó parte de un cuerpo de élite secreto en el que entrenaban soldados para ser armas psíquicas en las guerras del futuro. Entre los dos vivirán un montón de aventuras en el infierno iraquí.

Lo primero que nos llama la atención de esta historia es la forma que ha escogido el director para narrar el cuento. Comenzamos con un hombre que es poco menos que un perdedor y que por ser incapaz de enfrentarse a la ruptura de su matrimonio, se irá a Oriente Medio para tratar de volver a ganar el amor de su mujer impresionándola con sus éxitos profesionales. Por desgracia la cosa no sucede de esa forma y pronto se verá embarcado en una extraña aventura con un tipo rarísimo que al parecer está convencido de tener poderes como los de un Jedi y que cree que debe realizar una misión en el lugar.

Resulta hilarante ver a George Clooney contándole todo tipo de cosas a Ewan McGregor sobre los Jedi. Por Dios, alguien le debería explicar que ese hombre es el puto Obi-Wan Kenobi, el amo del cotarro en lo que se refiere a caballeros Jedi. las conversaciones entre ellos son fantásticas por lo absurdo, saltan de tema en tema y en cierta forma me recuerda a la manera caótica en la que hablo con algunos de mis amigos, manteniendo dos conversaciones totalmente distintas sin que parezca que le prestas alguna atención a la de la otra persona salvo por determinados instantes. Ese es uno de los puntos fuertes de la peli, aunque hay otros momentos en los que flaquea y pierde fuelle, sobre todo cuando Kevin Spacey aparece en pantalla con un personaje estúpido y que no termina de convencer. Ese hombre quizás tuvo algo hace mil millones de años pero ya no le queda nada y aburre.

El guión es muy ameno y tiene momentos geniales aunque también hay escenas que parecen encajadas para conseguir llegar a los noventa minutos, duración total de la película. Pese a todo, si tu sentido del humor tiende al absurdo seguro que te encantará y sabrás apreciar muchas de las bromas que se dicen.

No es algo como para llevar al clan de Orcos con el que te relacionas, quizás más bien para ir con alguien de confianza que tenga un buen sentido del humor.

06/10


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