A la deriva – Adrift


El pre-estreno sorpresa de hace un par de semanas era una película de esas que ponen en letras enormes al principio lo de basado en hechos irreales, que parece que ahora tener imaginación es un delito y todo el cine está basado en algo que alguien dice que vio o hizo. En este caso, la historia real es la base de la película Adrift, la cual se estrenó en España a finales de junio con el título de A la deriva.

Una pareja de julays las pasan putas y canutas y sin chimpún

Una chama mochilera y que parece estar recorriendo Sudamérica y pasándoselo bien conoce a un chamo con un velero y se le ponen los pezones duros como piedras de hielo y se enamora de él. Acaban copulando como conejos, todo el puto día, que ni echándoles baldes de agua fría los separaban. En eso que unos que conoce el chamo se encuentran con ellos y le ofrecen llevar su yate a Gringolandia porque ellos deben ir a Europa y por supuesto les pagarán un buen dinero. Aceptan y aparcan sus planes para conquistar el mundo y optan por primero trincar la pasta y cuando están en medio de la travesía, un huracán del copón destroza el barco, hiere al chamo y los deja aislados del mundo. La chama tendrá que tomar decisiones y una de ellas será la de cambiar el rumbo e ir hacia Hawaii o algo así, mientras sufren y sufren y vuelven a sufrir.

Esto es como un drama en tres actos pero con mucho flashback, que es lo que más me toca los güevos y lo que hizo que no me gustara tanto. En este caso, la superposición de momentos dramáticos del presente con momentos felices del pasado no funciona para nada, rompe la película y te impide impregnarte con la historia. En el primer acto teníamos el amor y demás y eso mola un montón, es una película romanticona en la que la hembra de la saga Divergent acaba siendo empetada por uno de los machos de la saga Los juegos del Hambre, que es como el sueño de cualquier creador de saga hecho realidad. Entre los dos me gustó muchísimo más la interpretación de Sam Claflin porque parece tener un registro algo más amplio a la hora de actuar y hasta resulta creíble cuando muestra dolor y eso. Shailene Woodley no lo hace mal pero me recordaba demasiado a otros papeles que ha hecho, es como si siempre hiciera el mismo personaje. La parte de la tormenta está bien pero se ve que no tenían mucho presupuesto y lo hicieron a lo pobre. El tercer acto, en el que transcurre la mayor parte de la película, es el que más estropearon los flashbacks y el giro final antes de finiquitar la historia me pareció algo forzado. En fin, que la podrían haber hecho mucho mejor.

Esto no es cine para los miembros del Clan de los Orcos, que son simples tirando a simplones ni tampoco tiene el empaque que buscan los sub-intelectuales con GafaPasta, con lo que termina resultando una película para todos los demás y además una de esas que se puede ver perfectamente cuando la den por la tele un domingo por la tarde en AntenaTriste.


Una respuesta a “A la deriva – Adrift”