Bailando la cumbia del virus truscolán y podemita


Anteayer, el gobierno de los Países Bajos, después de dos días de fugas, rumores y demás pérdidas de secretos, tenía su rueda de prensa de los grandes anuncios pandémicos, que les gusta reunirse en domingo para discutir y después que haya fugas de información y el martes hacen la rueda de prensa. Se decía que, tras más de dos meses con prácticamente todos los negocios, bares, cines, teatros y gimnasios cerrados, iban a abrir la mano y esto sería como el principio de la vida, ya que con un nivel de contagio más o menos similar al que hay en la península, aquí está todo cerrado (salvo droguerías, supermercados y tiendas de comida). También se decía que podríamos recibir quizás hasta DOS visitantes en nuestras kelis, con un incremento del cien por cien sobre el ÚNICO visitante actual. Cuando el presidente comenzó diciendo que el gobierno estaba preparado para arriesgarse más, más de uno se meó de gusto pensando en sentarse en una terraza de bar y tomarse una cerveza o un cafelito como hacían los seres humanos hasta el año pasado. Lo que vino a continuación fue una concatenación de disgustos. El Ministro presidente ya dijo que con espacio adicional viene una responsabilidad adicional y ahí ya todos sabíamos que se le salió el puto ramalazo de calvinista y nos iba a dar candela de la peor. En el grupo de los ganadores, los estudiantes de entre 12 y 18 años podrán volver al colegio (en lugar de clases por Internet) UN DÍA A LA SEMANA y solo con la mitad de la clase, vamos, que seguirán deprimidos en casa salvo por ese día en el que quizás coincidan con sus amigos. Después dijo que tras dos meses y medio de cierre, se iba a permitir abrir de nuevo a peluqueros y masajistas, pero solo con cita previa y con todo el mundo usando la mascarilla. Algunos peluqueros ya están dando hora para dentro de mes y medio de la cola de clientes tan grande que tienen.

Finalmente, anunció que iban a volver a permitir a los clientes visitar las tiendas como se hacía hasta el año 2020 y te juro por las bragas más sucias de Mafalda que a través del hormigón se oían los gritos de mi vecina, que gemía como una mula al ponerse de parto. Se le cortaron los gemidos cuando el tipo concretó que se permitirá la entrada de DOS CLIENTES por planta y con una duración total de la compra de 10 minutos, con lo que las tiendas de una planta (independientemente del tamaño), podrían tener la friolera de DOCE CLIENTES por hora y los susodichos no se pueden probar nada y tienen que entrar corriendo, agarrar lo que quieren comprar, pagar y salir por patas. En una tienda como Iqueá, la sueca de muebles, como tienen dos plantas pueden tener la friolera de CUATRO CLIENTES cada diez minutos, aunque a menos que te pongan un patinete eléctrico, es imposible ir de la entrada a la salida sin pararte a mirar nada en menos de diez minutos. Al final, con estas reglas, prácticamente ninguna tienda abrirá porque no es económicamente viable. Y se permiten los deportes de equipo, pero solo para menores de veintisiete años y en exteriores. El disgusto fue épico y legendario. Nada de bares, nada de restaurantes, nada de cines, nada de teatros y lo de las tiendas suena a broma de mal gusto. Al joputa ese le va a votar su puta madre, yo votaré para botarlo, que tenemos elecciones el diecisiete de marzo.

Así que toca jodernos y continuar en el ENCIERRO, que a los que decían que el 2021 sería mejor que el 2020, a esos habría que reventarles todos los dientes porque vamos a peor.


2 respuestas a “Bailando la cumbia del virus truscolán y podemita”

  1. Pero que mierda de sistema es ese que usa «la planta» como medida? joder macho, tus mandamases son los que mantienen a las coffeeshop o que? aquí, y lógicamente, se hace por metros cuadrados, se pone un aforo y avanti, no puedes hacer que una tienda de barrio con 15 m2 tenga el mismo aforo que Ikea… que estupidez…

  2. El consenso popular es que los «EXPERTOS» del gobierno deben estar esnifando rayas de gofio a destajo. Imagínate una ferretería dos veces más grande que un Leroi Merlino y que al tener solo 1 planta solo puede tener 2 clientes cada 10 minutos (contando que los primeros ya se hayan ido). Y después una tienda de barrio de 8 metros cuadrados también puede tener 2 clientes cada diez minutos.