Me atrevo a romper la bella y previsible monotonía que rige esta página para informar de algo que jamás creí fuera a suceder. Después de darme largas hasta el infinito y recordarme que le recuerde el asunto continuamente, mi querido amigo bleuge, ha escrito sobre sulaco.
El cuenta un poco como han sido estos años y para no romper el encanto, en lugar de poner mis comentarios aquí arriba, tendréis que leeros su historia y después veréis la respuesta. Sin más, es para mí un inmenso honor, un privilegio y un lujo el presentaros el texto que bleuge me ha regalado, porque sulaco sí tiene quien le escriba.
Si eres de esos visitantes que alternan entre el web de mi colega sulaco, o si vienes de allí de visita, habrás leído hasta la saciedad que sulaco pretende que los demás le escribamos las anotaciones, eso como idea suya es buena, pero no tanto para los demás ;-).
Obviamente estos 13 años de amistad que nos unen pesan mucho en esta petición suya, así que (más que por otra cosa, para que deje de torturarme 😉 jajaja), cogeré 15 minutos en el café post-almuerzo para escribir algo sobre él.
Hace como 10.000 millones de años yo estudiaba informática en la EUI en Las Palmas de Gran Canaria, fue un craso error, pero de eso y cómo nuestros padres, primera juventud predemocrática, engañaron con la universidad a toda una generación ya hablaré en otro momento… En aquellos pasillos y laboratorios malditos, donde tanta vida dejé delante del teclado tenía un amigo del primer año un tal duchement, del que advierto su blog es como la entrepierna de una novicia (algo que no toca jamás, jajaja). Duchement siempre fue/es mucho más sociable que yo y mientras me leía entera la biblioteca de la facultad y aprendía a ensamblar mnemónicos mentalmente (mov eax,01234567 = 0xb867452301) él a parte de ser un buen compañero (sin ironía) supo hacer más amistades que yo.
Entre esas amistades había una chica con un par de…, errrrr, se me fue la cabeza, esa es otra historia :D…. Entre esas amistades estaba Sulaco, venía de Teleco tras haber terminado allí y lo primero que aprendí tras meterme en este grupo nuevo fue que más me valía ser colega que enemigo suyo :). Nunca busqué su amistad, como nunca lo hice antes con nadie, pero como sucede siempre, la empatía natural, el humor común a despellejar a todo el mundo y estar incordiándonos mutuamente continuamente, hizo que cruzáramos cada vez con más frecuencia conversaciones cáusticas sobre todo.
Ya en estos años Sulaco era un fan a muerte del cine, así que la primera costumbre que cogí de él fue ir al cine todas las semanas, cosa que yo en aquellos tiempos jamás hacía. Esta costumbre la seguimos cultivando asiduamente, y siempre que vuelve por Canarias para comprobar como la raza autóctona cada vez está mas corrupta, nos echamos unas risas, unas meriendas y para terminar, un cine. Así que mi amor por el cine en parte se lo debo a la paciencia que tuvo tantas veces en llevarme y traerme a mil cines distintos, dado que yo no tenía ni coche.
Con el paso de los años, incluso después de que el se diera cuenta antes que nosotros del pésimo panorama que tenía la informática profesional en las islas y emigrara a Holanda, he visto como Sulaco seguía siempre igual que cuando lo conocí, con esa facilidad para hacer amigos y enemigos en segundos, sobre todo esto último, he visto como se reconcilia y rompe las mismas amistades hasta 3 veces :), yendo al cine siempre que puede, viajando a todos lados y en fin, viviendo su vida a su estilo, que los que lo conocen saben lo peculiar que es.
Siempre he pensado porqué yo jamás he tenido problemas con él o porqué no le ha dado por despellejarme y romper la amistad como tantas veces ha hecho con tanta gente, ninguno de los dos somos fáciles de aguantar, quizás sea porque nuestra amistad es más bien un colegueo común, sin meternos en nuestras vidas privadas ni en temas muy personales, más bien compañía y charla amena un buen rato… Aún así, después de todos estos años, sigo aprendiendo cosas nuevas de él, y espero que él también de mí 🙂
Quizás dentro de 40 años sigamos yendo al cine 5 o 6 veces al año, riéndonos de todo lo que nos rodea y resumiendo, pasando buenos ratos.
Si después de aguantar todo esto aún no conoces su blog personal, a qué esperas!? (enlace aquí)
De todos los amigos que leen esta bitácora y que me siguen desde el infinito y más allá, bleuge siempre ha sido el más constante. Podéis mirar las primeras entradas de esta página y veréis sus comentarios con firmas varias como anormal, me aburro y similares, pero siempre con su peculiar ironía. Siempre nos hemos respetado y hemos compartido todo tipo de vivencias juntos. Bleuge suele ser el primer y el último amigo que veo cuando voy a Gran Canaria. Las veces que hemos ido al cine juntos se cuentan por cientos. Ambos adoramos a Stephen King, EL MAESTRO y tenemos una visión irónica del mundo muy similar.
Bleuge siempre ha estado por ahí, siempre escucha, siempre aconseja cuando se le pide y se muerde los labios si no le preguntas. Aunque él dice que yo hago amigos y enemigos con la misma facilidad, lo cual es rotundamente cierto, también lo es que él consigue mantenerlos más tiempo, terreno en el que yo presento graves carencias. Hay muy pocos que puedan presumir de ser amigos míos de primera generación y bleuge está entre ellos.
Hablamos practicamente a diario por mensajería instantánea y también por teléfono, algo que tanto su compañía de teléfono como la empresa nacional holandesa agradecen profundamente por la cantidad de llamadas internacionales que hago. No hay nadie que tenga más y mejor información sobre mí y diga lo que diga por ahí arriba, es uno de mis mejores amigos. En años venideros, espero que sigamos haciendo juntos todas las cosas que tanto nos han entretenido en la década larga que nos conocemos.
3 respuestas a “Bleuge escribe sobre Sulaco”
joer, esto parece ya un garito de gays onanistas
jajajaja, el peloteo mutuo tiene un limite!
A Dios pongo por testigo que el peloteo se va a acabar. Nos veo muy sensibles ultimamente. Gracias a Dios que Rodolfo no está comentando porque nos comería vivos.
Desde esta noche, sólo desvaríos.
Me imagino quien es. Te conoce mejor que yo.