Esto es algo que estudian en todas las universidades los estudiantes de parapsicología, misticismo y hasta los de psicología. Nadie entiende como estas pelis son tan populares y mis amigos no se terminan de creer que yo he visto Bon Bini Holland, Bon Bini Holland 2, Bon Bini: Judeska in da House y Bon Bini Holland 3 en los cines y que mayormente me han gustado y me he descojonado con las susodichas, que es de lo que se trata. Por eso, no tenía ninguna duda que iría a ver Bon Bini: Bangkok Nights, que viene a ser la quinta película de la serie y que hace que esta sea la serie más larga de pelis hechas para el cine desde que yo llegué a los Países Bajos. Esto, como de costumbre, no se estrenará fuera del país, aunque de hacerlo, el título debería ser truscoluña no es nación.

Una julay con tiburón se desenfrena sin frenillo en Tailandia, pero no buscando chimpún.

Después de que Judeska firme un contrato con un asiático, pierde el restaurante y todo lo demás y tiene una deuda monstruosa e irá a Bangkok junto a su amiguito chino para encontrar al delincuente que le hizo firmar el contrato y deshacerlo. Allí acabarán con persecuciones absurdas por la ciudad y luchando contra una banda organizada y desorganizada de criminales para recuperar lo que le pertenece y de camino, reforzar los lazos de amistad entre todos ellos entre bonitas tomas por Tailandia.

Estas películas son absurdas al cien mil por ciento. La mitad de las veces no tienes ni puta idea de lo que está sucediendo en la pantalla y realmente tampoco importa, porque aquí se trata de crear escenas cómicas y que la gente se ría y el guion se centra en eso y se olvida de contar una historia, que es la razón por la que me gustan las pelis, pero no les doy más nota. Consiguen que te rías con las gilipolleces que dicen y hacen, pero es como ver noventa minutos de espectáculo temático, en este caso de Tailandia, sin más. Algunos de los personajes secundarios tenían sus propias tramas en Holanda mientras estábamos en Tailandia, algo que era imposible de comprender porque las susodichas no parecían ligadas en absoluto a la historia principal. Como siempre el protagonista principal interpreta un montón de papeles distintos, todos cómicos y muchos de los clásicos que hemos visto durante todas las películas regresan, como los sastres turcos.

Esto es cine para los miembros del Clan de los Orcos neerlandeses, los de otros países deberían abstenerse. Totalmente prohibida para sub-intelectuales con GafaPasta.