Se sabe de siempre que yo abuso de las panorámicas o de la versión creada por software, ya que mi cámara grande no las hace (como los teléfonos) y hago varias fotos que posteriormente pego en el ordenador. En esta tenemos El Buda sentado en el viharn y por el cambio de perspectiva se puede ver que detrás del mismo había otra estructura con muchas columnas, pero a un nivel más bajo. A la izquierda una preciosa estupa con forma de campana y todo rodeado de césped que se mantiene así de verde gracias a lo mucho que llueve. Los grandes árboles que aparecen en las fotos seguramente crecieron cuando el templo ya se había abandonado, como en Camboya o en Birmania, en donde los árboles han tratado de recuperar el terreno que les quitaron los humanos en su día.
Un despistado, de lejos, podría pensar que son columnas romanas que pidió prestadas el Buda para hacerse un sombrajo… 🙂
Salud