Ya lo vimos de un lado el otro día y hoy lo tenemos del otro, de la parte en la que conocidos culocochistas acceden al castillo de Liubliana usando sus vehículos para llegar. Desde esta parte, el castillo sigue más bien pareciendo un palacio o un casoplón de marqués podemita que roba dinero a los venezolanos. La visita al interior del castillo no es muy espectacular.
1 comentario
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Tampoco lo encuentro yo espectacular por fuera… 🙂
Salud