El Monopol


El lunes, sin realmente saberlo, viví un triste momento histórico, uno que me llena de pena. A una razonable distancia de la keli de mi madre en las Palmas de Gran Canaria hay dos multicines a los que puedo ir andando y otro que me pilla a menos de diez minutos de guagua. Este último es el Monopol y es más una filmoteca que un multicines comercial, con películas alternativas que ni de coña llegan a los otros cines. Tanto en mi estancia de un mes en verano como la semana que he pasado ahora en Gran Canaria es el cine al que más acudo y por eso está en este momento en cuarta posición en mi lista de cines a los que he acudido este año con nueve películas. En estos últimos días vi una película polaca, una con una historia judío-palestina y finalmente una francesa, ninguna de ellas en los otros cines de la ciudad.

El martes, un amigo me dijo que lo habían cerrado el día anterior y yo sin saber nada, fui a la última sesión de las últimas películas que pusieron. Fue en la sala 7 y me sorprendió porque había algo más de gente que cuando iba en verano, seguramente porque ellos sí sabían que aquella era la última oportunidad de ver cine interesante en su entorno natural, en una sala de cine, con su pantalla, sus filas de butacas y la magia que se crea en la misma.

Para mí los cines son los templos de mi cultura, el lugar al que acudo para dejar que un grupo de artistas me maravillen o me hagan emputarme hasta niveles inimaginables cuando la película es mala, malísima o una puta mielda del copón. En las Palmas de Gran Canaria, con la llegada de los multicines vi cerrar un montón de cines, repartidos por toda la ciudad y a los que yo acudía. Crecí con el cine Victoria y el cine Litoral en la Isleta y cuando tuve edad para ir con mis amigos en guagua a otras partes de la ciudad, mi mundo se expandió un montón porque esos cines no eran de los de estrenos. Iba a los cines Avenida, Avellaneda, Rex, Bahía, Capitol, Cuyás, Astoria, Rialto, el Universal, que fue el último cine que abrió con una sala y que duró muy poco y seguro que me olvido de algunos. Cuando llegaron los multicines, estuve en la semana de inauguración de los primeros, del Galaxys, el Royal, el de la Ballena o incluso el Monopol. Por estar, hasta estuve en el multicines que se hizo en el centro de Telde y que duró muy pocos años. Ahora, cuando esté en las Palmas, solo me quedarán las dos cadenas que lo acaparan todo en la ciudad, con sus multicines que ponen las mismas películas, a las mismas horas, los Cinesa y los Yelmo.

Uno de los días que he ido este año le hice una foto al proyector que tenían en el vestíbulo entre las salas, uno de los originales con los que se proyectaban películas pero de las que venían en rollos, nada digital y tal y tal.

El año 2020, con sus números tan redondos, ha resultado ser una puta mielda del copón, un año para extirpar y erradicar de nuestros recuerdos y el cierre de este multicine es una losa más para enterrarlo para siempre.

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5 respuestas a “El Monopol”

  1. Que triste coño, he pasado parte de mi juventud trabajando en la cadena de cines de mi familia, amo el cine, por eso comprendo muy bien tus sentimientos sobre el tema.
    Quizá, tal y como están las cosas con el puto virus de los cojones, se vuelvan a poner de moda los autocines que tanta pasta (Y niños ) dieron en sus días de esplendor en Venezuela…
    Una verdadera pena brother… 🙁
    Salud

  2. aquí han puesto un par de ellos, pero uno, tienes que tener coche, dos, el precio es por coche y la película la ves sentado en tu coche, que no es como cómodo, salvo para ustedes los culocochistas que viven en ellos y tres, el sonido no es igual que en un cine.

  3. Pero en nuestros autocines te podias bajar del coche y ver la peli sentado en cómodas butacas al aire libre frente a la fuente de soda, que se llamaba allí a todo un compendio de cafetería restaurante, bar y demás afines, con un estupendo sonido mientras bebías, cenabas un pollo o lomito, o lo que fuera, si bien es cierto que no había el sonido de los buenos cines cerrados, pero mucho mejor que el de los malos, la mayoría… 🙂
    Se pagaba por adulto, los niños pequeños iban gratis en su pijama, era muy familiar…
    Salud

  4. Reglas COVID: bajarte, prohibido, restaurante, prohibido, bar, prohibido, solo comida para llevar y comerte en el coche y no se vende alcohol desde las 8 de la tarde. Además, como no tengas calefacción en el coche, alegría y cosa buena

  5. yo anteayer: «creo que este año ya es imposible que vaya a peor» . Ayer : «terremoto en Turquia, el peor ciclón de la historia arrasa Filipinas…» Yo : «mejor me callo».