Hoy llegamos a una película que solo con el trailer me daba un yuyu que no veas y pese a haber reservado la entrada, cancelé la visita al cine en los tres primeros intentos solo porque me temía todo lo peor, siempre. Uno de esos intentos fue el pre-estreno sorpresa, que no me pierdo ni de coña, pero que sabiendo que era esta película, opté por quedarme en mi casa tocándome los mondongos. Se trata de Loving Pablo y en los Países Bajos y en España se estrenó como Escobar.
A un julay joputa la pasma tarda demasiado en matarlo
Una pava periodista se despatarra toda y le pone la flor de su secreto en el hocico a un distribuidor de camellos y delincuente habitual además de asesino. En los años en los que esto sucede, el chamo crea un imperio de distribución de cocaína, mata gente a punta pala y se embarca en una guerra contra los gringos, contra el gobierno y contra los otros carteles. Al final, como siempre, la ley de la gravedad lo aplastó con todo su peso, que todo lo que sube cae pero seguro que sí. O algo así.
Esto es más bien como una especie de documental que tiene un fallo ATROZ. La grabaron con dos actores españoles simulando acento colombiano mientras hablan inglés, una triple aberración mortal de necesidad. Te chirrían los tímpanos cuando los escuchas hablando ese inglés con acento y esas palabras y frases sueltas que largan en español con acento colombiano y que tampoco parecen muy auténticas. Con la mezcolanza de lenguas, acaba siendo imposible seguir la historia. Además, Javier Bardem sobreactúa hasta niveles dantescos y consigue cagar escenas únicamente con su presencia en las mismas. Además, su edad no cuaja, es V-I-E-J-O, vamos que su Pablo poco menos que vivió todo el siglo XX (equis-equis) cuando todos sabemos que esta gente vive rápido y muere joven. Hay un gran despliegue de violencia de cuando en cuando que al menos es ameno y entretiene y Penélope Cruz tiene alguna escena buena aunque también muchas mediocres. Yo no he visto la serie con la que todo el mundo compara la película pero tampoco me hace falta para concluir que es una película biográfica más bien mediocre y que nos la podíamos haber ahorrado. En esta historia, supuestamente tratamos de ver las cosas desde el punto de vista del malo pero es que eso no ayuda, no hay un solo milisegundo en el que sientas empatía por él y si lo hubieran matado en la primera escena, nos habrían ahorrado muchos minutos de más de lo mismo.
No creo que sirva ni para los miembros del Clan de los Orcos, por más que haya violencia, ni para los sub-intelectuales con GafaPasta. Esto es un telefilm y se puede ver perfectamente durmiendo la siesta.