La magia del futuro en el presente


Hoy en día estamos acostumbrados a casi todo y ya casi no consiguen sorprendernos, hay pocos programas que puedan llegar a tu telefonino y que te hagan flipar en colores o en blanco y negro. Seguramente la culpa la tiene que estamos en un punto en el que la tecnología ya no da saltos cuantitativos sino cualitativos, van iterando en el más de lo mismo y de año a año tenemos los mismos sistemas operativos, los mismos programas, las mismas funciones. Mira por ejemplo el sistema operativo de tu telefonino, incluso si es de la manzana podrida, en tropecientas actualizaciones que a veces ni puedes instalar en tu telefonino por ser muy viejo, en realidad no están cambiando nada drástico, es siempre lo mismo, visto de la misma manera con sutiles ajustes. Con los programas es lo mismo, por eso el otro día flipé en colores con uno que me descargué y que resultó que sí que es muy útil y lo más flipante es que llegué a ese programa por mi vecino, que con sus setenta y pico tacos, sigue teniendo curiosidad. Me dijo que me instalara el programa de la empresa postal neerlandesa y que solicitara el código para vincularlo al correo que me llega a mi keli y eso hice y un par de días después me llegó una carta con un código que usé en el programa. Ahora, cada mañana sobre las ocho, si ese día van a distribuir correo a mi casa, me llega una notificación y puedo ver una foto de lo que está en camino, es un flipe que no veas, le quita al cartero el factor sorpresa o incluso a los paquetes que distribuyen ellos, que no son todos porque hay al menos otras dos empresas en ese ramo. Esto sí que es algo útil e interesante, ahora ni me molesto en mirar si hay cartas a menos que me haya llegado la notificación.

Hablando también de la falta de inteligencia artificial, que mira que nos llevan dando la vara con el temita desde tiempos inmemoriales, los de GooglEVIL, que tanto fardan de sus traducciones fabulosas, que sepan que son una mierda del copón, que yo las uso desde hace años cuando hago ejercicios del Duolingo y no han mejorado nada, siguen haciendo unas traducciones horrendas y en muchos casos la cagan a conciencia. Lo mismo con la inteligencia artificial de su programa de mapas, que todavía sigue dándome la ruta equivocada para ir de mi casa al cine y no ha aprendido nada, después de que haya usado la ruta adecuada cientos y cientos de veces y como yo casi todos los ciclistas, que la dichosa inteligencia que no la tiene se empeña en meternos por un camino para coches lleno de semáforos cuando tenemos una autopista de bicicletas sin ningún semáforo u obstáculo y en la que los coches están prohibidos y nos lleva de un lado de la ciudad al otro en la mitad de tiempo.

En fin, que la tecnología la tenemos para padecerla.


3 respuestas a “La magia del futuro en el presente”

  1. Pues yo hoy estoy en paz con ella, me han renovado el teléfono del curro, y al menos unos días voy a estar contenta, porque madre mía la patata con la que curraba!

  2. Virtu, por eso el dicho ese de… «No hay mal que por bien no venga» 🙂
    Aunque ese de, «Para gustos están los colores» no está nada mal… 🙂
    Salud