Lo comenté esta semana en la anotación 14000, pero esto se merece su propia anotación Mira que ando despistado, desde enero de este año, concretamente desde el veinticinco de enero, Distorsiones, el mejor blog sin premios en castellano, ha cumplido los veinte años, o sea, dos décadas onDEline, en algo que cuando lo creé, todo el mundo apostaba que duraría lo que un chicle Bazooka, vamos, un rato no muy largo y míralo aquí, aguantando el paso del tiempo y convertido en mi propia tontipedia de las boberías que se me ocurren y desde siempre, gratis total. Como hemos visto esta semana, llegamos a las 14000 anotaciones y las superamos y aunque el ritmo ahora es algo menor, sigo intentando que todos los días aparezca algo por aquí y que haya muchos y quizás hasta muchísimos vídeos de buceo, que todavía tenemos dos inmersiones pendientes antes de una saturación horripilante y espeluznante de vídeos de aterrizajes y despegues, que cuando lleguen, cubrirán el regreso a Holanda, el viaje a Málaga de febrero y la ida a Gran Canaria de marzo, pero rezaré con todas mis ganas para que esos días obscuros y tenebrosos tarden en llegar. En estos veinte años, he procurado y conseguido que todo el contenido sea original y en el pasado tuvimos una cantidad brutal de anotaciones con fotos de múltiples lugares del mundo, aunque muchísimas de ellas desaparecieron tras La traición de flickr. Hay más de tres mil doscientas anotaciones de Cine y trescientas ochenta de Bicicletas, todas ellas en el Álbum de fotos de bicicletas, el álbum más grande que hay por aquí dentro.

También tenemos un montón de recuerdos e información sobre mi vida y obras, porque este sitio es al fin y al cabo mi diario, el sitio en el que escribo las tonterías que se me ocurren, cuando se me ocurren y en el que procuro no censurarme porque si llegas a eso, lo mejor es dejar de escribir. En el pasado me preguntaba de cuando en cuando si lo debería dejar, pero ahora esto es más bien como un músculo bien entrenado que realiza su trabajo de manera autónoma y que no requiere demasiada atención. Por más que la bitácora tenga veinte años, seguirá bajo un control férreo porque este sitio, fue, es y será mi diario y aquí el que tiene trincado y bien trincado el timón, soy yo.

Como curiosidad histórica e histriónica, aquí queda la anotación que lo comenzó todo: Robo frustrado.

Distorsiones cumple 20 años