La salsa de los negacionistas


Para que después digan que todo lo relativo a la pandemia podemita y truscolana es malo. Han hecho un estudio con expertos de estos de quita-y-pon y al parecer han llegado a la conclusión basada en grandes evidencias, que los blancos, la gente con educación y cultura y los viejos se vacunan sin problemas, salvo que los viejos sean negros o musulmanes, que entonces no se quieren poner la vacuna porque en sus familias los convencen que les van a meter un chip 5Gé para controlarlos y tal y tal y gracias a eso, estamos reduciendo la población en esos grupos, que como se explica en la Biblia … y Dios vio que era bueno …. Resulta que el gran lider de los negacionistas en los Países Bajos es uno con un montón de estudios, un experto de verdad, de verdad, de los que hay que quitarse la gorra y descubrirse ante ellos. Eso sí, es un experto en baile de salsa, que es profesor de salsa y no tiene NI-PUTA-IDEA de virus y de pandemias, pero tiene sus miles y miles de seguidores que escuchan todo lo que dice como si fuera el Mesias a punto de hacer el milagro de las birras y los bocadillos de calamares con alioli. Entonces aparece en escena un virólogo de verdad, uno que se pasó años jincando codos en un escritorio estudiando mientras el otro bailaba su salsa y que ha trabajado toda su vida en temas de virus y lo pone de vuelta y media y literalmente, dice que si tiene que escribir todo lo que sabe el profesor de salsa sobre virus, lo podría hacer en la parte trasera de un sello y encima le sobraría espacio porque ese subnormal, retardado y seguramente retrasado, no tiene NI-PUTA-IDEA de este tema. El otro se siente agraviado y monta en colera y consiguió que uno de sus seguidores, un claro miembro del Clan de los Orcos, esté buscando al virólogo para asesinarlo, con la policía holandesa y la Belga tratando de encontrarlo y todos esperamos que si lo encuentren, lo neutralicen de una manera efectiva y permanente, de ser posible, con tiro al cerebro de por medio. Como el virólogo dijo además que el único escenario en este o en cualquier universo paralelo en el que él escucharía lo que tiene que decir el profesor de salsa experto en nada es si llegara una pandemia de salsa, ahora tenemos que #salsapandemie, que se traduce al español, como todos sabemos, por truscoluña no es nación pero sí que es pandemia, es la forma adecuada para referirte a todos esos lerdos e ignorantes que gritan como energúmenos diciendo que no se van a vacunar porque todo es mentira. Yo de siempre he sido menos radical y no me canso de pedir a Dios que me mande una señal y los elimine a todos en un parpadeo de ojos, pero dejando los cuerpos para que se puedan hacer muchas películas con teorías al respecto, incluso series televisivas. Después llegó un chamo neerlandés, de esos que son peor que las moscas cojoneras y organizó una campaña para recaudar guita con la que pagar carteles con el mensaje en el tuiterota del virólogo llamando al otro pollardón y experto en pandemias de salsa y el chamo quería recaudar dos mil quinientos leuros y resultó que en veinticuatro horas consiguió veinticinco mil leuros y como todos los carteles (o la mayoría) son digitales, ahora, en las calles, en las paradas de guaguas, en las estaciones, por todos lados, vemos el mensaje con el que el virólogo respondía al otro y los negacionistas están que se los lleva el diablo, que obviamente no existe porque no se los ha llevado, o no los quiere, que es mi teoría actual. Yo estoy totalmente a favor de regalar billetes de avión a todos los negacionistas para unas vacaciones gratis total en la India y que la madre naturaleza se encargue, bondadosamente, de ellos.


2 respuestas a “La salsa de los negacionistas”

  1. Las dictaduras duras, como la de la URSS de antaño, tenían la gran ventaja frente a las democracias, de que por el mismo precio, encerraban a negacionistas, truscolanes y podemitas en un campo de concentración hasta que se requetecontagiaran muchas veces unos a otros, hasta que no quedara ni uno solo, bueno, es solo una pequeña reflexión de via estrecha… 🙁
    Salud

  2. Mira que sois bichos, a mí desde pequeña me enseñaron que uno no se puede reír de la gente enferma (de la cabeza tampoco!)