Los chafalmejos


Para aquellos que sean de naturaleza inculta, seguro que no saben que la palabra chafalmejo se usa en las islas canarias para referirse a una persona de conducta irresponsable, como por ejemplo, un politicastro o un truscolán. Se dice que en los Países Bajos no hay chafalmejos pero eso es una trola. Ya hablé allá en su día en el 2014 de la Alerta de emergencia por mensaje y este mismísimo año de La alerta que son los sirenazos que nos regalan el primer lunes de cada mes exáctamente a las doce de la mañana durante medio minuto o así para comprobar que todas las sirenas para avisar en caso de emergencia están operativas. Es una rutina mensual a la que estamos acostumbrados.

Ayer lunes, que no era el primer lunes del mes sino el tercero, estaba yo por la mañana con mi vecino limpiando el grifo de mi ducha para quitarle la cal que puede haber cogido en sus entrañas después de dieciséis años de uso y que hace que cuando posiciono la temperatura del agua en el mínimo, que debe ser solo agua fría, al cortar el paso del agua con el otro mando (uno controla el flujo de agua y el otro ajusta la temperatura, que normalmente está fijo en veintinueve grados), gotea cada medio minuto o así, con lo que podríamos decir que el grifo de la ducha está algo carraquiento, que usado para describir un dispositivo, quiere decir que funciona defectuosamente y si lo usamos para referirnos a un julay, que tiene achaques. El grifo está carraquiento porque tras quince años con la temperatura fijada en los veintinueve grados, cuando la empecé a cambiar apareció el problema, ya que solo desde el año pasado comencé a acabar mis duchas con el minuto o minuto y medio final con agua fría, algo que ahora en agosto es facilón porque el agua del grifo está relativamente templada pero que en marzo, cuando la temperatura del agua era de siete grados, era un acto heroico que yo hacía porque puedo y porque lo valgo, que no quiero ser un doverinto de esos que grita como una perra en celo con un chorrito de agua fría. Lo dicho, que cuando comencé a cambiar la temperatura descubrí la gotita y ayer decidimos desmontar el sistema y mirar si lo podíamos limpiar. Mi vecino por supuesto se apunta a cualquier cosa que no sea quedarse en su casa viendo la tele, que la vida del jubilado es casi tan dura o quizás más que la del parao, que el día tiene muchas horas y las tenemos que emplear bien. Estábamos los dos entretenidos con el tema cuando precisamente a las once de la mañana, comenzaron a sonar todas las sirenas de emergencia de la ciudad de Utrecht. Ambos miramos nuestros telefoninos pero no apareció ningún mensaje pero al no ser un primer lunes del mes ni las doce de la mañana, por primera vez, esta podía ser una alerta R-E-A-L como la vida misma. Casi que nos quedamos cambados del pánico y el terror porque esto puede ser el aviso del juicio más que final, un sunami que nos va a engullir, una invasión truscolana del puercagón desde güaterlú o quizás algo peor. En ningún lugar podíamos encontrar información así que mi vecino salió por patas para su casa para morir abrazado a su mujer, que desde que vio un documental de Pompeya, el viejo está convencido que así dentro de mil o dos mil años lo encuentran y lo ponen en un museo. Igual que nosotros, todos los habitantes de la ciudad y de la provincia de Utrecht se quedaron tan aterrorizados y preocupados como nosotros. Resultó que estaban probando una sirena nueva o recientemente reparada y el empleado al mando del sistema, la cagó hasta el fondo y en lugar de hacer sonar esa sirena, dio la orden de sonar a todas las sirenas de la provincia, creando la falsa alarma de una emergencia nacional de desconocido contenido. Podríamos estirar el significado de la palabra carraquiento y extenderlo al pollardón que la cagó hasta el fondo, ya que ese error demuestra que el operario al cargo de la operación funciona defectuosamente. También podríamos decir que es un chafalmejo, ya que lo que hizo fue irresponsable y preocupó a unos cientos de miles de personas que se temieron todo lo peor siempre, que yo llegué a pensar que el Marico Hechichero de Ginebra igual había decidido venir a Holanda y tenemos todos que escondernos pero que ya, que ese no deja un orto sin taladrar.

Tras diez minutos en la más siniestra de las ignorancias, similar a la de los toletes, finalmente el organismo de la Seguridad en la región de Utrecht informó de la cagada del chafalmejo, tolete o carraquiento ese y pudimos volver a nuestra tarea y acabar el trabajo que habíamos comenzado.

,

7 respuestas a “Los chafalmejos”

  1. El que está carriaquento que jode es tu cerebro, mira que ducharte con agua a 7º, pa coger un pasmo o algo peor, volverse truscolanpodemita, estamos en ola de caló, como todo dios sabe, y yo me sigo duchando con agua caliente.
    Y al irresponsable de la truscolanada esa de las sirenas, si yo mandara, estaba ya fusilado en seco!!! 🙂
    ¿Quién dice que algún pobre desgraciado, o desgraciada, que tambien hay, no ha palmado de un infarto de los gordos?
    Pero claro, nunca se sabrá, porque todo se lo achacan al virus, que está de moda…
    Salud

  2. Quiero dejar expresamente constancia, que me encantan esas palabras sabias de Gofiolandia: chafalmejo, tolete, carraquiento, gilipollas 🙂
    Salud

  3. Cuando tengas achaques puedes informar que estás algo CARRAQUIENTO.

    Sobre las ventajas del rato de ducha fría, hace maravillas con tu sistema circulatorio y cardio-vascular, fortalece el sistema inmunológico y un montón de ventajas adicionales. Como lo haces regularmente, no vas notando el cambio y además, el cuerpo se va acostumbrando. He desarrollado una tolerancia al frío épica, cuando llegué a Holanda en el 2000 me ponía dieciocho capas de ropa y hoy con 16 grados, yo en pantalones cortos y camiseta con la bici camino del super y cruzándome con un montón de gente con pantalones largos, camisa y chaqueta cerrada que me miran espantados.

  4. Ya…ya… todas las ventajas pa ti… 🙂
    Yo sin ellas, tan agustito, a por los 81 🙂
    Pero ya sabes el dicho, «Sarna con gusto, no pica»
    Salud

  5. Genín, dí que sí, que te va a dar lecciones de buena vida el elemento este que toma vitaminas todos los días a sus cincuenta (y pico probablemente)….

  6. Virtu, hay que reconocer que el tío, se conserva muy bien, y se cuida, lo malo es que cualquier dia viene un vendaval y con sus 60kg de peso, se nos lo lleva pal carajo!!! 🙂
    Salud