Lucecita


Hay una cosa que me ha llamado un montón la atención en Bolduque y es algo que todavía no he visto en Utrecht. Igual tiene su explicación lógica y hasta tengo una teoría, pero no lo sé a ciencia casi cierta.

Desde que empecé a usar las bicicletas de alquiler en Bolduque, hago el trayecto a alguna de las dos oficinas en ambos sentidos y hay algo que siempre me sorprende. Cuando paso peatones, sobre todo en los tramos que están más afuera del centro de la ciudad, me cruzo con peatones que llevan una o dos lucecitas pequeñas en los brazos. Yo había visto corredores con luces para indicar su presencia por la noche, pero jamás de los jamases había visto algo similar entre peatones y que caminan por la acera y en zonas iluminadas. Es quizás algo del lugar, que allí la gente igual es más agresiva con las bicis y estos protegen sus vidas o quizás en algún momento de su caminata se meten por un bosque, pero esas lucecitas definitivamente no servirían para iluminar el camino y aquí, aunque no con el derroche sandunguero español, hay luces por las calles, aunque eso sí, si lo comparamos con Gran Canaria y la ciudad de las Palmas, en Holanda, en el mejor de los casos, hay un tercio de la potencia lumínica que se usa allí, que puedes ir a correr a la avenida de la playa de las Canteras a las once de la noche y seguramente hay más luz en la misma que en un día nublado y aquí, entre farolas, hay zonas oscuras y si encima la farola está junto a un árbol, es que puedes pillar un tramo considerable en una obscuridad casi absoluta.

Aquí incluso se ha discutido el reducir la potencia de las luces de las ciudades, sobre todo las que ya se han cambiado por lámparas LED y yo pensando que si reducen, casi mejor que las apaguen todas por completo porque prácticamente nada y nada es lo mismo.

Unos que igual ya es obligatorio y prácticamente todos la llevan son los perros, cuando la gente los saca a pasear, en esta época del año, es raro el perro que no tiene un collar iluminado y a veces, he visto en Bolduque, que las luces del dueño van a juego, como si se compraran un conjunto perro-humano. Esta mañana, que hice una ruta diferente porque iba a la otra oficina en la ciudad, pasé junto a una madre, con luces, que llevaba a sus dos hijos a la escuela, o a la guardería y ambos chiquillos iban también iluminados, todos caminando por la acera, con lo que riesgo de colisión con las bicis era prácticamente nulo. Igual es una cosa de esa ciudad, todo el mundo me ha dicho que a la hora de recaudar con multas, en esa ciudad ganan medalla olímpica pero seguro, se ensañan con bicis, con motos, con coches y con cualquier otro vehículo e igual, en su afán recaudatorio, ahora buscan multar a los humanos por caminar por la calle sin una luz de posición, una o varias, que los hay que llevan una roja en un lado y otra verde en el otro.

Yo tengo un par de brazaletes con luces para correr, pero cuando me los compré, fue porque al salir a correr de noche, en un tramo de un kilómetro, voy por una zona no iluminada y aunque siempre intentaba no ir por allí en noche cerrada, no quería que algún desgraciado se estampe conmigo, sobre todo algún desgraciado ciclista que tampoco tiene luces en su bici, que esos abundan en la ciudad de Utrecht, seguramente porque el ayuntamiento no pone las suficientes multas.

Y hablando de correr, ayer, por primera vez en unos tres años, me puse los brazaletes y salí a correr a las seis de la tarde, al volver del trabajo, en noche cerrada, aunque una semana antes, con la hora de verano, a esa hora todavía era de día. Durante todo el tiempo fue por una ruta iluminada, pero entre que aquí el concepto es mucho más limitado que en España y que la ruta que sigo está literalmente petada de hojas caídas de árboles, hubo un par de momentos que pensé que tropezaría y me escoñaría y también supuse que volvería a casa habiendo pisado al menos una mielda de perro, aunque finalmente solo me tropecé dos veces y no me caí y parece que tuve muchísima suerte y no pisé una mielda, algo que sí me pasó el sábado, que las hojas, como las cantidades que caen son brutales, tardan más de un mes y pico en quitarlas y en algunos lugares, las acumulan en parques, descargando los camiones llenos hasta arriba de hojas que han recogido en otros sitios, hasta que les toca el turno y las llevan a las plantas de incineración y producción de electricidad que tienen muchas ciudades.

Este invierno, me temo que al menos un día a la semana correré de noche y tendré que ajustar mi calendario para correr por las mañanas en el fin de semana y también uno de los dos días que suelo trabajar desde mi keli.

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7 respuestas a “Lucecita”

  1. Curioso eso de que los humanos lleven luces como las máquinas, puede que sea una buena idea.
    Supongo que ahí obligarán a los dueños de los perros a recoger sus excrementos y meterlos en una bolsita de plástico que luego se echa al contenedor ¿no? aquí si te pillan sin hacerlo, multa al canto y non menores …
    Salud

  2. Me llena de intriga lo de las luces.
    Los presentadores de tv llevan unas bolitas en los hombros para que cuando les enfoca la cámara estén bien iluminados, a lo mejor tiene alguna relación, pero es mas lógico de noche que de día.

  3. Aquí lo del collar iluminado de los perros sí que lo he visto, son como unos neones, que la primera vez que lo ví pensé si sería que el perro se iba a una rave… en los peatones no, que no te multan, aunque sí que están poniéndose pesaditos con los chalecos reflectantes, que han ido por las aldeas regalándoselo a la gente mayor porque no se les veía ni con las largas, y el porcentaje de atropellos es alto.

  4. Genín, NO, en los ayuntamientos (casi todos), se paga una pasta gansa en impuesto por tener perro (te cobran el doble y el triple si tienes 2 o 3) y hasta hay gente viniendo a tocar en tu puerta para ver si ladran los perros y que te llegue la multa y la factura, este año han pasado por mi keli al menos una vez, a principios de septiembre. Hay multitud de parques con hondentoilet, zonas para que los perros jiñen y en parques, por lo general, lo hacen por donde quieren. Como ya pagan ese impuesto que se supone que cubre los gastos de limpieza, el setenta por ciento no recoge nada. No se suelen ver mieldas por la calle, pero a mi amigo el Moreno le cagaban en la puerta, se compró e instaló una cámara de seguridad, averiguó quién era el dueño y el perro, fue a la casa porque era un vecino y le explicó que la mielda, si la volvía a ver, se la metía en el buzón de la puerta y que después, le mandaba en el güazá del barrio un mensaje a todos con el vídeo de él con su perro cagando en la puerta y así todos los que tienen mieldas saben cuál es el culpable. Se disculpó y nunca más volvió a cagarle el perro. La cámara sigue operativa.