Marianne


Si el cine de terror es prácticamente como un unicornio, algo imposible de ver porque la mayor parte del género es morralla de lo peor o basura impredecible que lo único seguro es que no da miedo y muchas veces produce la risa, cuando llegamos a las series televisivas de terror, ahí prácticamente es un erial sin candidatos reseñables. Ya es difícil hacer una hora y media de terror y tener que fabricar la historia durante un montón de episodios manteniendo la calidad es sencillamente, una epopeya. Una de las honrosas excepciones es la serie francesa Marianne, de cierto canal televisivo por Internet y que se estrenó el año pasado, con sus ocho episodios.

Una pava franchute que es escritora de terror y ha creado el personaje de Marianne, decide volver al poblacho en el que creció y al que dijo no querer regresar y es llegar ella de vuelta y aquello convertirse en una especie de infierno con múltiples niveles, con brujas y movidas raras y una trama que nos lleva de disgusto malo a disgusto peor y a ser muy cuidadosos y mantener nuestras espaldas protegidas por si algo nos ataca.

Esto no lo podrían haber hecho los gringos, tenía que ser europeo. Desde el primer episodio pasas un miedo genuino pero es que hay algunos momentos en los que desearías haber tenido puesto uno de los pañales del Ancestral para cagarte por las patas pa’bajo tan a gustito. Hay escenas que por sí mismas serían una obra maestra si les ponen unos títulos de crédito y las estrenan en el cine, hay momentos brutales en los que el miedo lo puedes paladear. La serie se va diluyendo según avanza hacia su final en el octavo episodio pero su comienzo fue tan brutal, con los dos primeros episodios que son directamente obra maestra, que se les perdona todo lo demás. Cualquier amante del género del auténtico cine de terror se lo pasará bien (o mal, según se entienda el disfrute). Al parecer ya la han cancelado con lo que no podrán arruinarla en una segunda temporada en la que sería imposible superar lo que ya habían hecho. Un soplo de aire fresco en un género muy maltratado.