Mira que se van


Siguen apareciendo informaciones y merece la pena actualizar esto y no dejar que se macere, que lo de las reorganizaciones es un deporte en el que yo, pero que de seguro conseguiría medalla. Esta es una saga que comenzó cuando aquello del preanuncio de la matanza y siguió un mes más tarde, en La falta de semana Santa, en la que desarrollaba los conceptos y continuó en Tres por uno y nos quedamos en Comienzan a rodar cabezas la semana pasada. Hemos tenido un par de cosillas. En primer lugar, los sindicatos y el comité de empresa se reunieron con la empresa para ver la propuesta de plan social el viernes de la semana pasada y cuando les dijeron que lo quieren requetequete-aprobado para mañana, a los del sindicato les dio un ataque de risa y después, en una reunión con los empleados les informaron que en los cienes y cienes de años que llevan defendiendo a los trabajadores en los Países Bajos, jamás ninguna empresa les vino con la exigencia de aceptar la propuesta en siete días y que las cosas pintan mal cuando te abordan con tanta chulería y soberbia, que solo le falta al presidente retirarse a meditar cinco días porque su furcia es una delincuente y una mangante corrupta, como hacen los presidentes suciolistas españoles. Para más recochineo, los de los sindicatos lo pusieron todo, en neerlandés y en inglés, con preguntas y respuestas, en las pizarras reservadas a información de los trabajadores y todo quisqui lo ha podido leer y el tipo a cargo de la fábrica está teniendo una semana muy pero que muy mala, que cuando se mueve le caen miradas afiladas como dardos. Yo ya dije que los tiempos que pedía esta gente eran irreales y de nuevo, la maquinaria me da la razón y ahora cuando eructo, todo el mundo escucha con atención porque eso es el sonido de la puritita verdad.

En paralelo, tres más anunciaron que se marchan y dos de ellos eran de los que todo el mundo ponía como puntales de la empresa, con lo que está sucediendo eso que también predije con la marcha de gente que ni queremos ni podemos perder y a los que no podemos sustituir. La turca que echaron la semana pasada, que era una currante que no veas, como no pueden contratar a nadie, resulta que han tenido que dividir su trabajo entre cinco personas y todos se pasan el día lloriqueando porque están trabajando mucho.

Mi jefe me había dicho la semana pasada que mi silla estaba atada y bien atada y que no me botan pero yo, como siempre, le dijo que si no hay un documento firmado por el jefe máximo que confirme sus palabras, eso no son más que noticias sin confirmar y como además, retrasaron las subidas de sueldo hasta octubre, lleva dos meses detrás de mi para la ceremonia de la evaluación anual y yo toreándolo y dándole largas porque total, si no hay subida de sueldo y quizás me boten a la puta calle, yo no veo la prisa en hacer una evaluación, lo cual lo desesperaba. Finalmente acepté que él haría todo el documento y después yo lo juzgaría y me lo envió y yo estuve hasta el día de ayer, estudiándolo y estudiándolo sin leerlo y tras muchísimos estudios infructuosos y quizás inexistentes, respondí con mi evaluación de su evaluación, poniéndome a todo cuatro estrellitas salvo en un punto en el que me puse tres, porque soy así de fantástico. Él vino hoy a la oficina con unos pañales de viejo que le mandó cierto comentarista desde España y a las diez de la mañana teníamos la reunión y la retrasó casi media hora lloriqueando por las esquinas porque se temía todo lo peor, siempre. El juzgó mi evaluación de su evaluación y como rebajó muchas cosas de cuatro estrellitas a tres, que me pone como alguien mediocre y del montón, se esperaba que le escupiría a la cara y me lanzaría a arrancarle los ojos, así que cuando le dije que estaba totalmente de acuerdo con él y que me parecía bienísimo y justo que diga que soy mediocre, se descolocó totalmente. Este hombre no sabe que yo vengo de Liga de Campeones en estos asuntos, así que en una evaluación sin aumento de sueldo, me pone unas notas mediocres y como total, no voy a pillar aumento, me la suda, pero en la próxima, si no me echan y hay dinero, como ahora mis resultados están tan bajos, subirán un montón y tendrán que aflojar la guita, que eso está en el primer capítulo de mi libro, sobreviviendo a decenas de reorganizaciones de multinacionales del sol caguiente.

Lo peor es que están tan atrás, que en esta primera reorganización, los resultados de la empresa solo suponen el veinte por ciento de la paga de objetivos y por eso, esa paga, a día de hoy, la tengo al noventa por ciento garantizada, con lo que los que cuentan los garbancitos están dándose cuenta que su sistema está mal y lo tendrán que cambiar e incrementar el peso de los resultados de la empresa en la paga de objetivo, que los míos eran palmear, ser sociable y repartir candela sin que se note y todo eso lo he hecho muy bien.

Y en el capítulo de disgustos al joputa-musulmán-de-mielda, el lunes llevé un montón de magdalenas a la oficina, el martes llevé snickerdoodles y toda la gente que conoce y con los que habla recibió algo de comer y su úlcera tiene ya el tamaño del culo de un vaso de cubatas, que no hay nada que le joda más que haya comida gratis y él no pillar nada y yo me tomo muy en serio lo de regalar comida a gente que le irá con el chisme para darle donde le duele.


Una respuesta a “Mira que se van”

  1. Si hombre, no estoy yo pensando otra cosa mas, que financiarles los pañales a los amarillos… 🙂 🙂

    Salud

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