Distorsiones

A mí me pueden considerar un experto en el tema porque resulta que he visto todas estas pelis, pero lo triste es que la mejor es la japonesa del año pasado, Godzilla minus One – Gojira -1.0, que no pertenece a esta serie, se hizo con un presupuesto de risa y le da de bofetones por todos lados a estas super-hiper-mega producciones gringas de masivo presupuesto y aquelarre de efectos especiales. La nueva película de la saga se titula Godzilla x Kong: The New Empire y en España se estrenó como Godzilla y Kong: El nuevo imperio, que no se refiere a truscoluña, que no es nación.

Unos julays no dan avío entre lagartas y monas dopadas.

Resulta que al parecer en la Tierra nos hemos acostumbrados a las bestias gigantescas y han puesto a King Kong en el inframundo o algo así, que viene a ser en la periferia truscolana de la que salió puerkagón y el lagarto está en la superficie y cuando le entra el punto, ataca a otras bestias y hace unos destrozos increíbles. Cuando esto empieza a suceder con frecuencia, unos cejijuntos espabilados determinan que algo en el inframundo está llamándolos y van pa’bajo y se encuentran con un montón de monos dopadísimos de farlopa que llevan al lagarto Guancho amarrado y que quieren conquistar el universo conocido y por conocer o algo así y entonces, el King Kong y el Godzilla tendrán que trabajar juntos para acabar con esa chusma y esa gentuza y devolverlos a la truscoluña de la que nunca debieron haber salido.

Esto es una peli de palomitas para descerebrados. Hay unos cuantos humanos pero son totalmente irrelevantes y en realidad, no hacían falta, que la película es un masivo efecto especial de casi dos horas entre el King Kong y el Godzilla, que son mayormente los que están en pantalla y los protagonistas y ninguno de estos dos habla, así que tú me dirás como los van a nominar a mejor actor principal en los Oscars del año que viene. Entre los actores para rellenar pusieron a un gordito que dice paridas para que nos echemos a reír, una niña tonta de minorías, un cachas descerebrado y una pelandusca.

Esto se hace pensando en los miembros del Clan de los Orcos, que aullarán y acudirán en masa, hasta llevando a las hembras. Por esa misma razón, los sub-intelectuales con GafaPasta huirán de cualquier cine en el que la estén dando. Para matar el rato sin tener que recalentar el cabezón.

Esta es una que pese a apestar a cine de filmoteca, estrenaron en Utrecht y al parecer hubo otra similar en el 2019 que yo no vi y hasta cinco minutos antes de escribir esto, yo he vivido convencido que Ladj Ly era un nombre de pava, con su potorrito peludito y todo, pero no, resulta que es nombre de pavo, para que después nos digan que no aprendemos una cosa totalmente inútil cada día. La peli es francesa, se titula Bâtiment 5 y en España se estrenará cuando llegue la noche más corta del año en junio como Los indeseables, que claramente se refiere a los joputas suciolistos, podemitas y truscolanes.

Una julay y un pollardón montan un berrinche que no veas por un quítame pa’llá esa fabela.

Tenemos que en una barriada periférica mayormente habitada por negros y musulmanes, el alcalde quiere tumbar los edificios y construir kelis para blancos y gente decente o algo así y una de las negras del barrio que además trabaja en el ayuntamiento se le revira y le planta cara, por suerte hay un incendio en la fabela de un restaurante ilegal hecho en un piso y el alcalde aprovecha para ponerlos a todos en la puta calle y se termina montando una guerra en el barrio en la que se reparte mucha candela de la mala y de la peor y finalmente gana el gobierno, que ellos pagan a sus ejércitos para solucionar estas cosas.

Es una drama social y en principio, entretiene, pero a mí se me hizo un pelín larga porque tripitían mucho las cosas y la protagonista parece incapaz de emitir empatía alguna, te da pena por la gente del barrio y por lo mal que lo están pasando, pero cuando se trata de ella, si la tiran en el foso de los leones, yo quiero estar entre el público para pasármelo bien. El final fue un tanto raro y ambiguo y en los dos minutos que estuve pensando sobre el mismo, nunca llegué a una conclusión clara, es como si el director lo único que quiere es enseñarte lo que está sucediendo y después espera que nosotros tomemos partido y solucionemos la papeleta, que no lo haremos.

Absolutamente prohibida para los miembros del Clan de los Orcos. Imagino que habrá sub-intelectuales con GafaPasta a los que les mole. Para mí tiene un pase, pero vamos, justita.

Vamos a ver para que lado de la balanza se acaba decantando esta película, porque ni yo mismo lo sé en el momento en el que empiezo a escribir esto porque salí del cine con una sensación rarísima. Tengo que reconocer que no leí nada sobre la peli previamente y que en base al título y al póster, suponía que había mucho coche y carretera o quizás algún taxista. La película se titula Asphalt City y aunque parece que es posible que se estrene en España en junio, no se sabe el título, así que probablemente terminen llamándola truscoluña no es nación.

Un julay comienza a laburar en una ambulancia en Nueva York.

Un chamo que lo que quiere es ser médico de esos como los de familia, entra a trabajar en una ambulancia en Nueva York porque no pasó el examen de la universidad para medicina y le ponen un compañero ya curtido y con el que va viendo todo tipo de desgracias, mientras él también le pega a las drogas y poco a poco va descubriendo que aquello no es lo que se pensaba.

Esta es una película super-hiper-mega depresiva, no hay ni un solo rayo de luz, aquí todo lo que no es negativo, es simplemente, deprimente. El chamo entra en el trabajo y se encuentra que los conductores de ambulancia con experiencia son como juguetes rotos que juegan a ser dioses y deciden si uno tiene derecho a vivir o morir y en muchas ocasiones la gente llega viva o muerta a los hospitales en base a lo que les da la gana a ellos. El chamo tiene un montón de problemas adicionales y acaba en una relación de folleteo con una pava que tiene una hija y a la que no parece querer pero que se la chinga con gusto y en un punto determinado, la mierda de vida laboral y su fracaso como estudiante lo vuelven como alguien peligroso y la pava lo deja. Suma a eso un incidente con una sidosa que se quedó empreñada sin usar protección, es una drogata y ese bebé va a nacer con la adicción y la enfermedad y tenemos mucho más drama. La película no me aburrió, entretiene, pero es tan negativa que no sé si realmente vale la pena ir al cine a ver algo así, que más bien parece un telelefilm para las noches de fin de semana de Telajinco. Decir que Sean Penn está muy envejecido, parece un lagarto, he visto momias egipcias muchísimo mejor conservadas que a él. Está acompañado de Tye Sheridan que le robó bastantes escenas.

Esto probablemente unificará en el rechazo frontal a los miembros del Clan de los Orcos y a los sub-intelectuales con GafaPasta. Es más bien un telelefilm, tiene un pase, pero vamos, que nadie piense que encontrará algo positivo en la película.

Yo de siempre lo he dicho, que el cine negro ese con crímenes e investigadores me la suda un montón y por más que la gente me hable de los clásicos, yo los recuerdo como ejercicios de aburrimiento, pero con la de hoy llegamos a un nuevo nivel, inédito y espeluznante porque esto se puede catalogar de tortura. Lo peor es que la vi en una sesión doble en la que la película que pensaba que me iba a aburrir me encantó y el plato fuerte se me indigestó. Se titula Sleeping Dogs y parece que no soy el único al que le da asco porque no está previsto su estreno en muchos sitios y entre los lugares ninguneados está España, aunque de haber llegado a los cines, la habrían titulado truscoluña no es nación.

Un julay gilipollas te mata de aburrimiento.

Tenemos a un panoli con demencia avanzadísima que ni recuerda su nombre pero como en el pasado fue picoleto, se pone a resolver un crimen que no está resuelto y claro, es que lo hace mejor que todo el mundo y eso que mayormente, nunca se acuerda de nada y camina de aquí para allá con una suerte infinita porque siempre se tropieza con los que pueden darle información o algo así.

La película dura casi dos horas y yo puedo confirmar y confirmo que sin exagerar, dormí al menos tres cuartos de hora repartidos durante toda la película, que me era imposible seguir despierto, ni al principio, ni en el meollo de la cuestión, ni al final, los niveles de aburrimiento eran dantescos. Russell Crowe está envejecido que no veas y en lugar de aparentar los sesenta años que cumple ahora, yo le echaba setenta y cinco largos. Básicamente tiene una movilidad muy reducida y al tener demencia, se hace el tonto todo el tiempo sin acordarse de nada y de repente, resuelve un crimen en la trama más ridícula que recuerdo. Había más gente en la peli pero es que mi cerebro ha bloqueado todo sobre esta puta mielda del copón. Juraría que al final muere gente, pero vamos, igual lo soñé. Lo mejor es que encuentran la cura para la demencia del pavo, que saltamos al género de la ciencia ficción y claro, ahora puede volver a laburar de picoleto.

Esto se lo pones a un miembro del Clan de los Orcos y huirá aterrorizado. Supongo que al ser tan abstracta y estúpida, encandilará a los sub-intelectuales con GafaPasta. Para mí, una puta mielda del copón.