Distorsiones

Yo lo he tripitido y cuatripitido que estoy convencido que Mark Wahlberg y Matt Damon son la misma persona, que es un actor que se vende demasiado y ha creado dos marcas para colocar el doble de productos, pero es el mismo o al menos, yo soy incapaz de distinguirlos, usando una marca para pelis serias y otra para las más ligeras y con cachondeos. Hoy tenemos una de estas últimas en la versión Mark Wahlberg. Se titula Arthur The King y en España se estrena dentro de un par de semanas con el título de Arthur que supongo que lo de hablar de reyes entre la gentuza izquierdosa y los joputas-terroristas independentistas les da mal rollo.

Un julay se emperra con un chucho que encontró en la calle.

Resulta que un fracasado al que le gusta participar en unas competiciones de aventureros o algo así, está amargado tras retirarse y decide volver a formar un equipo para intentarlo una vez más. Tiran para el lugar en América del Sur en el que se hace la competición, que es de recorrer cuatrocientos y pico kilómetros corriendo, en bici y con canoas y empiezan a competir. Se topa con un chucho callejero en mal estado y el perro les sigue y finalmente va con ellos a todos lados y a través de las redes sociales como las de Virtuditas, el chucho se vuelve super-hiper-mega famoso y todo el mundo lo quiere ver o algo así, solo que el chucho está herido y todo eso. O algo así.

Yo fui a ver esta película no esperándome mucho o más bien, no esperando nada. Asumía que sería un pallufo legendario y épico o un telelefilm y después de cinco minutos ya estaba más enganchado que una perra en celo a una pata. Me topé con una historia positiva, de un grupo de gente haciendo deporte en condiciones extremas y a los que un perro callejero sigue y en varias ocasiones, les salva la vida y pasa a formar parte del equipo. La historia está muy bien contada, tiene abundantes momentos de acción, de emociones intensas, de drama y de cachondeo y hay muy buen espíritu, resultando en una de esas pelis de las que sales del cine cargado con energía ultra positiva. Huelga decir que el perro es la estrella absoluta de la película y que actúa muchísimo mejor que cualquier otro y que es injusto que no lo hayan nominado a los Oscars, que el perro le da dos bofetones y hasta tres a los pavos que ganaron el Oscar al mejor actor principal y de reparto por Oppenheimer.

Tenemos que asumir que la falta de neuronas luchará en contra de los miembros del Clan de los Orcos, que no podrán apreciar la película. Sí que puede resultar muy interesante para los sub-intelectuales con GafaPasta.

Recuerdo que leí en algún lado que la película que voy a comentar era una comedia romántica y aluciné en colores porque el trailer no tenía nada del género, si se veía comedia, pero también mucho drama y mucho coche, con lo que yo pensaba que sería más bien una roadmovie. Aluciné cuando fui al cine porque había un montón de gente en el cine, pero ni uno era pre-post adolescentes, allí todo el mundo estaba por encima de los treinta, con lo que parece que se ha corrido el boca a oreja y la están viendo esos que no buscan efectos especiales y caras operadas. La película se titula De Terugreis y desconozco si se estrenará fuera de los Países Bajos, aunque el título español probablemente sea truscoluña no es nación.

Unos julays ancestrales se piran pa’España en su carro, que aún no se lo han robado.

Tenemos unos viejos que llevan juntos como cincuenta años y que vamos, ya no se acuchillan por pereza. Se enteran que uno que no ven hace décadas se está muriendo de cáncer en truscoluña y que les manda una carta y la vieja decide que irán a verlo, mientras que el viejo no está tan convencido. Tiran pa’l sur y en el viaje se va viendo que la vieja tiene una demencia galopante, que el chamo está en modo negación total y que en todos los sitios que pararon porque conocían a alguien, esos ya la diñaron hace tiempo.

Me pareció más bien un drama de carretera con sus toques cómicos, pero la sombra de la demencia de la mujer tampoco es algo como para reírse y la ceguera del marido, que se niega a reconocerlo, tampoco da para muchas risas, aunque de cuando en cuando tienen alguna escena cómica, con problemas de traducción en Francia o con cagadas por las carreteras, porque el hombre tiene miedo a conducir por autopista y van desde los Países Bajos a truscoluña por carreteras regionales, con lo que tardan varios días. La película la titulan el viaje de vuelta, pero no es que estén regresando a su casa, están en el de ida, solo que como hace cienes y cienes de años fueron a España, por eso lo llaman un viaje de vuelta. La película es bastante repetitiva, una vez salen de la keli es una sucesión interminable de escenas en el coche o en los hoteles del camino, pero no se hace pesada y en muchos momentos es muy interesante. Particularmente, no me hizo mucha gracia el cachondeo con la demencia.

Totalmente prohibida para miembros del Clan de los Orcos e imagino que gustará a los más viejos entre los sub-intelectuales con GafaPasta.

He tenido que mirar en los archivos del mejor blog sin premios en castellano porque la verdad es que no me acordaba si había visto las anteriores películas de esta serie, que ha resultado que sí, y la prueba la tenemos en las anotaciones Kung Fu Panda, Kung Fu Panda 2 y Kung Fu Panda 3. Siguiendo la tradición, no se han calentado mucho a la hora de ponerle título a la peli y tenemos que la nueva se llama Kung Fu Panda 4, sin duda, uno de los esfuerzos de márketing más titánicos de esta década y hasta en España, tras desollarse los sesos, optaron por este título.

Un julay mórbido viaja a la gran ciudad.

Tenemos que el oso obeso ese del Kung Fu es ascendido a un puesto burocrático o así y él no quiere dejar el suyo pero tiene que encontrar sustituto y acaba en un viaje con una zorra panoli porque hay un pavo que ha conectado con la dimensión de los difuntos o algo así y los está trayendo de vuelta a este mundo y chupando sus poderes para darle candela de la peor al oso panda y éste tendrá que luchar contra el otro y será traicionado o quizás no y por descontado, hay final feliz que esto al fin y al cabo es una película para imberbes.

Se empieza a notar que la serie la están estirando mucho y los guiones ya no son tan divertidos, lo intentan pero es que muchas cosas ya las conocemos y no hay mucho más que se pueda hacer con un oso panda gordo peleando con Kung Fu. Lo aliñan con un nuevo personaje, una zorra a la que pone voz Awkwafina, que definitivamente es lo mejor en la película, pero eso no es suficiente. La peli entretiene y no aburre, pero la olvidarás en seguida, es de esas que parecen un producto de consumo rapidísimo. La lucha final me pareció algo cansina, como que ya lo había visto todo, que efectivamente lo había visto porque eran los que habían luchado con el oso panda en las tres pelis anteriores, repitiendo los mismos movimientos.

Supongo que los miembros del Clan de los Orcos que han empreñado a sus hembras aprovecharán para llevar a los retoños y que hasta los sub-intelectuales con GafaPasta llevarán a sus bestezuelas. Está bien, para pasar hora y media pero poco más.