Distorsiones

La peli de hoy la vi en el preestreno sorpresa de la semana, aunque el trailer ya había circulado en los cines y había despertado mi curiosidad, aunque viendo el trailer no sabía si era una peli de acción o una comedia. Una cosa que sí me fijé en el póster y en el trailer es que Uma Thurman se debe haber hecho una restauración de cara completa porque se le ve rarísima. La película se titula The Kill Room y en España se estrenó directamente en las plataformas digitales y tales y tales como El arte de matar.

Una julay se mete a hacer negocios con el cuñao del Güaca y acaba bien jodida y bien pagada.

Tenemos una pava que tiene una galería de arte que es un fracaso rotundo y a la que un capo criminal le dice que para blanquear dinero, cuando a él le encarguen un trabajo, el cliente vendrá a su galería, comprará un cuadro que él le dará y ella se llevará una comisión y le dará un cheque limpio. La cosa comienza solo que resulta que los cuadros y las obras de arte resultan la sensación y todo el mundo en la ciudad quiere tener uno de esos cuadros y allí nadie sabe que son una tapadera para blanquear dinero lleno de sangre. Para acabar con el tema, organizan el asesinato de un oligarca ruso y así pagar todas sus deudas y poder dejar atrás la vida de criminales y lo hacen en una feria en Miami.

Como comedia funciona a ratos, te ríes con algunas escenas y otras como que fallan miserablemente. Eso sí, como película de criminales y de suspense, ahí fracasan miserablemente y el pobre Samuel L. Jackson habla todo el tiempo a grito pelao y parece estar en otro universo o en otra película distinta. Uma está como paralizada de cara y además, es que le hacen decir unas frases sofisticadas que no pegan ni con cola y bueno, del Joe Mangianello decir que como no lo despelotan y el pobre no sabe actuar, pues está ahí como haciendo bulto. Al final tenemos una comedia más bien mediocre que tiene sus momentos puntuales pero que no destaca por nada.

Esto no creo que satisfaga ni a los miembros del Clan de los Orcos ni a los sub-intelectuales con GafaPasta. Se queda en un telelefilm para que unos cuantos actores cobren su cheque.

El día que fui a ver esta película a la filmoteca en Ámsterdam llevaba ya una racha de bazofias que comenté la semana pasada y hubo un momento en el que consideré seriamente pirarme a mi casa y que le dieran por culo al cine, que yo ya no tenía estómago para otro pallufo más. Lo único que me detuvo es que en el poster dicen que es de los que hicieron Intocable – Intouchables, que fue un peliculón que me gustó mucho, así que decidí darle una oportunidad y ver Une année difficile, la cual se estrenó en España al principio de octubre como Un año difícil.

Unos julays muertos de hambre se arrejuntan con ecologistas para papear de gratis y alguno hasta acaba pillando chimpún.

Dos pavos compradores no anónimos compulsivos se conocen en una reunión de un grupo de esos y después se van a tomar tapas y beber gratis a una reunión de ecologistas y allí traban amistad y comienzan a participar en los actos de los ecologistas, más por el beneficio propio que por otra cosa pero poco a poco las ideas de los ecologistas irán calando en ellos hasta que uno de los ecologistas, que se quiere chingar a la misma pava que uno de los dos pavos, los denuncia por sus tejemanejes.

Esta es una comedia que funciona muy bien con dos chamos y una chama, ella la única ecologista y ellos derrochadores impulsivos con deudas masivas. La historia funciona porque las diferentes escenas que vamos viendo están bien hechas, son simples y fáciles de entender y siempre eligieron el camino de la comedia, por no decir que los dos chamos son actores fabulosos y con los que te ríes. El grupo de ecologistas siempre parecen seres superiores que se creen imbuidos de un aura de superioridad moral y estos dos se ríen de ellos y los manipulan para sus coñas, organizando burradas como entrar en un edificio público para cambiar unos papeles. La película tiene mucho corazón y aunque cerca del final se atora un poco con el drama, superamos el bache pronto y regresamos a la diversión.

No creo que los miembros del Clan de los Orcos sean fans del cine francés, así que lo mejor es que la eviten y los sub-intelectuales con GafaPasta tampoco deberían verla, que esto es comedia y a ellos les gustan las historias para sufrir.