Mi vida en los Países Bajos se reparte entre Hilversum y Utrecht. Los primeros cinco años fueron en la ciudad de los medios audiovisuales y a partir de octubre del 2005 me mudé al Corazón de los Países Bajos, la más central de las grandes ciudades del país, si podemos llamar grandes a las aglomeraciones de esta tierra, lugar en el que preferimos vivir diseminados y no colgados de ladrillos a cuarenta pisos de altura. El símbolo de la ciudad es el Domtoren, el campanario de una iglesia que dejó de ser catedral católica cuando cambió de manos y que sobrevivió al huracán que tumbó parte de la misma, separando iglesia y campanario con una plaza de por medio. En octubre del año 2005 y aprovechando que me mudaba vimos una serie de imágenes de la ciudad y entre ellas estuvo el Domtoren. Hoy le damos la bienvenida al Club de las 500.
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El Bokor Palace Hotel & Casino desde la iglesia
Mirando desde la puerta de la iglesia, a lo lejos y en parte cubierto por la bruma está el Bokor Palace Hotel & Casino, un fastuoso lugar que usaban los franceses para descansar. Al salir desde la iglesia fuimos hasta allí andando como las cabras por el monte. Este fue uno de los últimos reductos de los jemeres rojos y estuvieron en este lugar hasta 1995. Supongo que para meternos miedo y hacer la experiencia más fascinante, el vigilante del parque jurado y prometido que traía el rifle y los guías que nos acompañaban nos dijeron que recientemente se había visto un tigre por la zona. Personalmente, el bicho no me preocupaba demasiado ya que había una gorda y tengo claro que van a por la presa más lenta y pesada y yo corro como un gamo. Me preocupaba más el que hubiese quedado alguna mina en el lugar pero según ellos, estaba completamente limpia. Si hubiese hecho esta foto hoy en día aparecería cerca el Thansur Bokor Highland Resort un enorme hotel y casino que han construido allí para que los chinos vayan a gastarse las pelas. Lo raro es que el viejo hotel sigue en pie abandonado, con lo que no entiendo como alguien puede querer pasar las vacaciones en un lugar que parece sacado de una pesadilla.
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El capitán del barco
Una de las cosas que me fascinaron tanto en Camboya como en Birmania fue lo amable que es la gente que te encuentras y como no les importa que les hagas fotos. Se lo toman de una manera muy relajada y cuando te ven revoloteando a su alrededor como una mosca cojonera no les afecta. En Vietnam e Indonesia eran más peseteros y si querias hacerles fotos te pedían que les dieras algo de dinero. Estando en Kampot le hice la foto de hoy al hombre que llevaba el barco con el que paseamos por el río Preaek Tuek Chhu y desde el que vimos una preciosa puesta de sol. Como el barco no era de pescadores nunca me quedó claro si este hombre pertenecía a la etnia de los musulmanes o formaba parte del noventa por ciento que son jemeres.
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Tulipanes desde el suelo en el club de las 500
Los tulipanes han formado parte desde el mismísimo comienzo de Distorsiones y con frecuencia forman parte de las imágenes que vemos en la primavera. Los hemos visto de cerca, de lejos, de arriba y hasta de abajo como en la foto de hoy, la cual hice tirado en el suelo y que vimos por primera vez en mayo del 2010 en la anotación Tulipanes desde el suelo y hoy le damos la bienvenida al Club de las 500.