A nadie se le puede escapar que yo soy casi un intelectual que ha tenido acceso al conocimiento que te dan todas las letras y casi todos los números y estudié en la universidad de la vida y en una universidad pública española y conseguí graduarme, algo que tiene aún más mérito si tenemos en cuenta la cantidad y la calidad de la corrupción que había en la misma y la inquina con la que unos comemierdas que a lo único que podían aspirar en la vida era a ser profesores fracasados universitarios tenían con sus alumnos y como yo no nací con dos tetas como dos carretas, pues no había piedad. Siguiendo con este pequeño repaso autobiográfico que puede valer para mi epitafio, emigré del país después de ver la mierda que había que aguantar en las empresas privadas y desde hace algo más de una década vivo en el extrarradio o eso que se conoce como países de PRIMER mundo y trabajo en una multinacional. Hace ahora unos seis años entró en mi vida Mi tesooooooro, un iPod mini que aún funciona y anda por mi casa y gracias a él descubrí que había vida más allá de las Ventanas. A finales del año 2005 vino El cambio ? I switch cuando mi tío me trajo de Estados Unidos mi iBook, el cual lo creáis o no, aún sigue en activo y dando caña y en el año 2008 se supo que El peque de la casa también es manzano con mi mac mini, maquina que uso a diario y que sigue tan fresca y altanera como el día que la desempaqueté. Ese mismo año entró en mi vida Mi Jesus iPhone y el verano pasado avisé que Ya tengo mi iPad y con él se cerró el círculo. Toda mi vida digital pasa por algún dispositivo apple, toda está controlada con mi iTunes y desde hace tanto tiempo que no me acuerdo, dejé de preocuparme por los virus, por los problemas, porque las cosas funcionen o dejen de hacerlo. Me centro en vivir la vida y la tecnología está a mi servicio, es sencilla y simplemente funciona.
Cuando apple anunció este año la segunda generación del apple TV, lo vi como un complemento perfecto para La tele y la forma de traer mi biblioteca en iTunes a la planta baja de mi casa. Aprovechando que en las navidades nos juntábamos un montón de miembros de mi familia en Gran Canaria, le encargué a mi tío que me comprara el aparato en Estados Unidos y al final me lo regaló, algo por lo que le estaré temporalmente agradecido, que lo de eternamente es muy falso y no debemos decirlo. Al volver de las vacaciones, después de entrar en mi casa y tirar la maleta al suelo, no fui al baño a jiñar, no me preparé un café, ni siquiera encendí la calefacción. Me lancé a instalar mi nuevo apple TV
Lo primero que llama la atención es que es minúsculo. El mando es más grande que el aparato. Lo conecté a la tele, a mi router y lo enchufé y en unos minutos estaba funcionando y emparejado con mi biblioteca iTunes. Ahora tengo acceso a toda mi música, fotos, podcast, audiolibros y a las series de televisión que sigo en mi televisión sin hacer ningún esfuerzo. La interfaz es muy simple y totalmente intuitiva.
No tiene ningún botón para encenderlo y cuando detecta que no hay actividad, se pone automáticamente en espera. Los menús son muy sencillos y si usas iTunes no tendrás ningún problema. Aunque se puede conectar via Wifi, yo aproveché que está junto al router para que tenga su propio cordón umbilical.
Gracias a la aplicación apple remote tengo tres mandos y dos de ellos son el iPhone y el iPad. Desde estos tengo acceso a mi iTunes y puedo determinar lo que quiero escuchar o ver de manera muy sencilla. La tele se ha convertido en mi equipo de música, en el lugar para ver las fotos, vídeos y todo lo que tenga que ver con el mundillo digital.
Parece que en próximas iteraciones le añadirán aplicaciones aunque realmente con tanto accesorio digital no tengo una gran necesidad de saber la temperatura que hay afuera y definitivamente si quiero navegar por Internet, el iPad es irreemplazable. Lo único que pueden hacer para mejorarlo es añadirle la capacidad de poder entrar en tu cuenta de flickr y no limitarte a ver las fotos públicas.
Mi amigo el Rubio ha optado por otra forma de acceder a su biblioteca digital, infinitamente más sofisticada y compleja que le permite hacer de todo pero que requiere de un ordenador completo junto a su televisión y de unos programas tan difíciles de manejar que ni su mujer ni sus hijos pueden hacerlo. Es una forma totalmente válida si lo que te gusta es complicarte la vida. Yo prefiero tirar por lo sencillo y si todos mis cacharros hablan unos con otros y me hacen la existencia más agradable, no me voy a quejar.