Distorsiones

La única película española en cartelera durante la semana que pasé en Gran Canaria es la de hoy, con lo que no fui demasiado al cine durante las vacaciones ya que el resto eran pelis que prefiero ver en su versión original y con las voces que reconozco y que se oyen siguiendo los movimientos de las bocas, que el doblaje es una chapuza que no veas, te digan lo que no te digan. Al pavo protagonista de esta peli ya lo había visto en alguna otra comedia española. La película se titula Como Dios manda, obviamente no se estrenará fuera de la patria y yo habría añadido al título por detrás y tras una coma, truscoluña no es nación.

Un julay funcionario las pasa putas con los de igualdad.

A un pavo que es funcionario de hacienda, después de que una cabrona que no da un palo al agua lo denuncia por acoso sexual lo destinan a unas oficinas de esas del ministerio de igualdad y tal y tal y no veas el choque del hombre cuando ve como tiran el dinero y la vidorra que se pegan con el dinero de todos los españoles. En paralelo se está divorciando y tiene una hija transexual que ahora es un hijo y que se quiere casar con un macho, que se hizo tío pero le gustan los tíos, obviamente.

Bueno, esto estaba claro que iba a ser un cachondeo y así fue. La parte más sosa es la de hacienda, al comienzo, que desde que lo ponen en igualdad, aquello no para, entre la panoli que use el nuevo género inventado para retardados y comepollas y que acaba en la letra «E», un panoli que está encoñado de una pero no se lo dice, la una esa que es más tonta que un lapiz sin punta y se quiere ir a Galicia siguiendo a un novio que no la quiere y otro que no se sabe muy bien si es maricón, o MARIKÓN-KÓN-KÓN, pero que definitivamente, por donde pasa queda un rastro del aceite que va perdiendo. Con esa plantilla, la película tiene escena tras escena con inmigrantes, con madres solteras y aunque siempre procuran encontrarle el lado bueno a las cosas, y lo consiguen, las escenas son épicas. Si de lo que se trata es de ver una comedia, con esta lo han conseguido y no se van por las ramas, dura poco más de hora y media.

Igual hasta les mola a los miembros del Clan de los Orcos. No creo que sea del gusto de los sub-intelectuales con GafaPasta pero muy recomendada para el resto. La producía AntenaTriste así que es cuestión de tiempo que aparezca por esa cadena.

Por fin llega una comedia de esas que no se basan en diálogos sino en volatadas y gilipolleces, que estamos en verano y este es el tipo de cine que uno quiere ver, con tres cuartas partes del cerebro durmiendo la siesta y una mínima zona ocupada en la historia de la película. Esta supone también el regreso al cine de Jennifer Lawrence, que se había tomado unas vacaciones. La película se titula No Hard Feelings y por razones desconocidas, en España parece que se ha estrenado en plataformas digitales con el título de Sin malos rollos.

Una julay mercadea con unos viejos un carro a cambio de un kiki con su hijo tonto.

Una pava a la que todo parece salirle mal, se queda sin coche en gringolandia y descubre que unos panolis ofrecen un coche a cambio de que una hembra se chingue a su hijo. La pava se pone a la tarea solo que resulta que el chaval es más adorable de lo que ella esperaba y las cosas se le complicarán. Desde el punto de vista del pavo, después de años con sus amiguitos de las internetes, cuando una hembra se le pone delante y se quita la ropa para que le pueda ver el chochito, el pavo ya descubre que lo de la pantalla de su telefonino ni es lo mismo ni es igual, que esto hasta tiene su tufillo a jareas, que están tan ricas.

Mira que yo entré en el cine asumiendo que serían ciento cinco minutos de mi vida en aire acondicionado y que la película sería un masque y me equivoqué, me estuve riendo durante casi toda la peli, me divertí y volví a disfrutar con Jennifer Lawrence, que en comedia funciona muy bien. El chaval con el que la juntaron y al que no recuerdo de haber visto en ninguna peli anterior resulta también un descubrimiento para la comedia, tiene esa capacidad para resultar divertido sin pretenderlo. La película es ligera, no tenemos tramas secundarias, siempre estamos en la historia y aunque en cierto momento del segundo acto las cosas se tienen que complicar para poder llegar al final que todos esperamos, ese pequeño valle se pasa sin demasiadas penas. Esta es sin lugar a dudas una de las pelis sorpresa del año.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos, te puede molar e igual si eres un sub-intelectual con GafaPasta, aunque te tendrás que quitar las gafas para ir a verla. Una buena comedia.