Aunque en el Keukenhof lo que predominan son los tulipanes, de cuando en cuando te tropiezas con otras cosas como este Campo de flores de lavanda al que hoy le damos la bienvenida al Club de las 500
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La llegada de los Postalones de Distorsiones
Hoy al llegar a casa después de trabajar me esperaba una sorpresa en mi buzón. Los ansiados Postalones de Distorsiones ya han llegado y os prometo que el sábado por la mañana emprenderán camino hacia sus destinatarios. Un par de días antes me habían llegado las pegatinas (stickers) con motivos navideños que adornarán todos y cada uno de los sobres de los veinticinco postalones que voy a mandar.
Al abrir el paquete los Postalones se mostraron en toda su gloria y me ha sorprendido la calidad de las tarjetas, muy por encima de mis expectativas.
Mirando una de las tarjetas con más detalle me fascinó aún más. No sé por qué pero me dan la impresión que la imagen es muy apropiada para las Navidades. Casi parecen tres pequeños arbolitos adornados con una purriada de pequeñas bolas que cuelgan de ese rojo tan intenso.
El mensaje escrito en cada una de las tarjetas es el tradicional Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo sólo que lo tendréis en Holandés. Espero no haberla pifiado con la ortografía. En el reverso del Postalón podréis encontrar el nombre de la imagen y por supuesto la marca de agua que aparece en cada imagen.
Mañana tengo un día libre y lo pasaré en algún lugar perdido haciendo fotos pero el sábado a primera hora estaré en la oficina de correos enviando todos los postalones. Espero que os lleguen a todos antes de las Navidades y que os gusten.
Para aquellos que no quisieron aprovechar la oportunidad en su momento o se han enterado muy tarde, mala suerte. El año que viene habrá más.
Actualización: Esta mañana a las doce y pocos minutos los Postalones comenzaron su viaje
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Tulipán Holland Chic en el club de las 500
Llevamos bastante tiempo sin recordar alguno de los preciosos tulipanes que aparecen por Distorsiones de cuando en cuando. Hoy le damos la bienvenida al Club de las 500 a este Tulipán Holland Chic que vimos por primera vez hace más de dos años.
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Apatrullando la ciudad
Quizás sea porque no tengo coche y me muevo usando la bicicleta y el transporte público o quizás simplemente tenga suerte y funcione como una especie de imán pero lo cierto es que todo tipo de cosas mágicas y preciosas suceden a mi alrededor continuamente y siempre que puedo las fotografío para poder recordarlas más adelante.
Todas las mañanas cuando pedaleo camino a la oficina desde la estación paso junto a un enorme estanque lleno de patos y gansos que han decidido ahorrarse el esfuerzo de la migración hacia el sur y han logrado que todo el vecindario les proporcione la comida suficiente para sobrevivir al invierno. Ambas especies tienen sus rutas para aprovisionarse y la de los gansos cruza la carretera más o menos a la misma hora a la que yo llego al trabajo. Es siempre un espectáculo el verlos en formación de batalla yendo hacia las casas para comenzar la ronda. Los coches se detienen y todos los observamos mientras ellos nos ignoran y se mueven graciosamente hacia los jardines de las casas del barrio. Estarán toda la mañana ocupados y sobre las doce vuelven al estanque, volviendo a cortar el tráfico y momento que he inmortalizado en esta ocasión.
En ocasiones se acercan a nosotros para ver si hay suerte y les damos algo de comida. Es uno de esos instantes fascinantes en los que la sencilla y práctica mente colectiva de los gansos trata de determinar si merece la pena gritarnos y hacer algún tipo de alarde frente a nosotros para pillar algo. Cuando deciden que no lo valemos, se marchan y siguen su camino hacia el estanque en donde ya los esperan algunas ancianas y madres con niños pequeños cargadas de pan viejo que les lanzarán y se organizará una enorme algarabía entre los gansos, los patos y en ocasiones algunos cisnes. Cuando los veo así, en formación, siempre me acuerdo de la canción del Fary, apatrullando la ciudad y no me canso de tararearla.