Ahora que llegan las vacaciones seguro que miles de personas elegirán los Países Bajos como destino turístico y vendrán a pasar unos dias a la ciudad de Amsterdam. Por detrás de la Westerkerk y justo al lado del edificio en el que está la cafetería y la tienda del museo de Ana Frank hay una pequeña estatua de Ana Frank en la que siempre hay gente haciéndose fotos. En Distorsiones vimos por primera vez esta imagen hace casi dos años en la anotación Ana Frank y hoy le damos la bienvenida al Club de las 500.
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Undécimo día. Langkawi
El relato de este viaje comenzó en Camino a Kuala Lumpur y Tienes un índice con todos los capítulos en Viaje a Malasia del 2009: Índice con toda la historia.
Aunque leyendo los comentarios que dejan algunos de los lectores uno podría llegar a pensar que soy la viva imagen del orden y la planificación exquisita de mis vacaciones, lo cierto es que soy caótico y las cosas van encajando en su lugar y en ocasiones sin que yo tenga mucho que ver. Llegué a Langkawi sin tener una idea muy clara de lo que se podía ver allí y sólo porque mi amigo el Rubio y su esposa me habían dicho que no debía perdérmelo. En mi guía Inside Guides de Malasia le dedicaban un par de páginas con un posible recorrido y decidí seguirlo. La noche anterior leía lo que podía hacer y al mismo tiempo lo comparaba con los panfletos que me habían dejado en el puerto al llegar. En uno de ellos me llamó la atención una atracción, alimentar las águilas y vi que costaba ciento setenta ringitt y salían un par de veces al día.
Por la mañana mientras desayunaba me fijé que el hotel también organizaba la misma excursión pero valía trescientos ringitt y debían tener un mínimo de cuatro personas. Tomé mentalmente nota y decidí que por la tarde llamaría para apuntarme e ir al día siguiente. Salí del hotel sobre las once después de charlar un rato con la señora de la limpieza, una encantadora mujer que te hacía sentirte en casa, igual que los conserjes y el resto de empleados del hotel. Nunca he estado en un sitio en el que te trataran con tanta amabilidad y cariño. Yo creo que en parte se debe al carácter de los Malasios, gente amable y cariñosa.
Salí y antes de hacer nada dejé mi ropa en una lavandería china para que la lavaran y luego enfilé hacia Teluk Datai al noroeste de la isla, un sitio con unas vistas increíbles y un complejo turístico que está entre los diez mejores del mundo. No son muchos kilómetros pero la carretera serpentea y no puedes ir rápido y lo más alucinante es cuando pasas junto a una señal de peligro lagartos gigantes y monos y cien metros más adelante tienes que parar el coche en la carretera para permitir que cruce la carretera a un lagarto del tamaño de un caniche mientras los monos te miran con curiosidad y yo me daba cogotazos por no haber tenido la cámara preparada. Fue uno de esos momentos especiales que se quedan bien marcados. En la misma carretera están las cataratas Termurun y paré para verlas. Subí por unas escaleras infinitas talladas en la piedra y llegué a unas cataratas preciosas en las que solo estaba yo y el sonido atronador de un agua cristalina. La cascada es de unos treinta metros.
Desde allí seguí bordeando el norte y paré en un par de sitios para hacer fotos. Uno de ellos fue Pasir Tengkorak, una playa preciosa con unas vistas de película de ciencia ficción. Siguiendo con la ruta se podían ver un montón de islotes en el mar, cubiertos de vegetación y preciosos. Llegué hasta Tanjung Rhu y allí me topé con una playa increíble, de arena blanquísima y prácticamente vacía. La única nota discordante era un hindú que se había puesto en calzoncillos para bañarse. No hay palabras para describir la visión terrorífica de todos aquellos pendejos escapando por los laterales de unos calzoncillos tres tallas más pequeños de lo que deberían y que al salir del agua lo dejaban ver todo. Pensé que me quedaría ciego para siempre. Me acerqué a las chozas y allí había una especie de puesto de información turística de una empresa que hacía excursiones como la que yo quería hacer. El hombre me comentó que el precio era de ciento sesenta ringitt y le pregunté que si podía apuntarme para la próxima y me miró como alucinando en colores. Cuando le pregunté que cuando sería la próxima excursión me dijo que si pagaba, venía un barco y me llevaba a mí solo con el guía por ese dinero. Saqué la guita, pagué y cinco minutos más tarde un barco venía a recogerme a la orilla de la playa. Cada vez que pienso que en el hotel te cobraban trescientos por lo mismo y además con un mínimo de cuatro personas se me baja la sangre hasta las uñas negras de los pies.
El barco me llevó por un paisaje bestial hasta que llegamos a un meandro y nos detuvimos. Al instante aparecen un montón de águilas que se lanzan a por la comida. Las águilas son marrones, no muy grandes y para aquellos que tengan curiosidad por saber lo que significa la palabra Langkawi, es Aguila marron en el idioma de la zona ya que allí abundan. Además de las pequeñas pasó un águila pescadora, enorme y majestuosa. Aluciné y si por mi fuera me habría quedado allí un par de días disfrutando con esos animales. Por desgracia hay que seguir y con el barco nos adentramos en los manglares, lleno de árboles que viven perfectamente en aguas medio saladas y en donde la vegetación es muy densa. A veces parece increíble que allí pueda haber vida con tanta oscuridad pero si te fijas puedes ver infinidad de animales. Desde los manglares nos acercamos a una granja de pescados en donde como se intuye por el nombre, tienen multitud de peces que «cultivan». Primero me los enseñaron y les iban dando de comer mientras yo les hacía fotografías y alucinaba con ellos. Algunos los toqué e incluso los alimenté. Tras terminar almorzamos en la misma granja, que flota en medio de la nada y sin embargo parece un negocio muy próspero. Desde la granja se puede andar un poco en el manglar y me sorprendieron unos peces que saltan fuera del agua y se quedan allí tranquilitos, algunos pequeños y otros enormes. Una auténtica pasada.
Desde la granja de pescados continuamos a las cuevas de murciélagos. La marea estaba llena y no podíamos entrar en ellas con la barca pero sí andando. Me dieron una linterna y entré en aquel lugar en el que en el techo habían cientos de murciélagos que se agitaban inquietos cuando yo les apuntaba con la luz. Además, unas estalactitas y estalagmitas increíbles. El paseo terminó también por el manglar, de nuevo viendo la diversidad de animales que hay en ese sitio.
Desde allí salimos a mar abierto y rodeamos algunos de los islotes, parando para hacer fotos. Las casi cuatro horas que duró la excursión fueron sencillamente maravillosas. Al volver a la playa le agradecí infinitamente al capitán el paseo por el lugar y tras despedirme continué mi ruta en coche. Fui a las cataratas Durian Perangin, con doce plataformas y también muy hermosas. Volví a caminar un montón y perdí la cuenta del número de escalones que subí.
Aunque en mi guía no decían nada al respecto decidí ir a Gunung Raya, la montaña más alta de la isla con ochocientos ochenta y un metros. Justo al comienzo de la carretera hay una caseta de peaje pero estaba abandonada y eso me debería haber alertado pero decidí seguir adelante. La carretera tiene unos trece kilómetros en los que no me crucé con ningún coche y me dediqué a ir en modo rally con mi cochingo. Al llegar a la punta de arriba estaba nublado, no se veía nada y el sitio estaba abandonado. Volviendo hacia la costa veo un coche por delante mío que va en sentido contrario, por el carril que usamos en Europa. Eran unos guiris como yo solo que estos no llegaron al final y se les debía haber pasado lo de la conducción del revés. Los adelanté por el carril adecuando y ni se enteraron que lo estaba haciendo por el carril en el que ellos deberían estar conduciendo.
Regresé al complejo de cabañas y pasé el resto de la tarde en la playa disfrutando del sol y un mar delicioso. Por la noche estaba agotado y busqué un sitio en donde comer algo ligero porque todavía estaba encochinado con el almuerzo. Fue uno de esos días que no te esperas y que al final quedan muy bien y posiblemente el día en el que decidí que Langkawi es uno de mis lugares favoritos en el mundo y un sitio al que quiero volver.
El relato continúa en Duodécimo día. Langkawi
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La semana pasada en Distorsiones
Imagino que todos tenemos nuestra forma particular de mirar el entorno y la mía no es más que Una forma de ver el mundo en la que los mares tienen gran importancia. Esta semana la he pasado entre cenas y eventos de esos que se reproducen como las malas hierbas durante el verano pero así y todo he conseguido mantener la producción con el ritmo habitual. Pudimos ver en Mi casa lo bien que ha quedado El fastuoso porche delantero con lo que las grandes obras previstas para este año en mi entorno se dan por concluidas.
Seguimos con el relato del viaje a Malasia 2009. Los capítulos de la semana fueron el Noveno día. Penang, el viaje del Décimo día. Desde Penang a Langkawi y el Décimo día. Langkawi. Voy a ver si mantengo el ritmo para acabar con la historia de una vez o se me olvidará lo que vi y descubrí en Estambul y puesto que también paso por Barcelona la semana que viene, no es plan.
El último de los tulipanes que vimos de la visita al Keukenhof de este año fue el Tulipán Visitar Holanda y después, sin prisa ni pausa hemos continuado con una actualización masiva del Club de las 500 que comenzó con el Tulipán Relatos en el club de las 500, unas preciosas Tiras de tulipanes blancos y rojos en el club de las 500, una Tortuga en el club de las 500, un Cocodrilo blanco en el club de las 500 y saltó a temas más mundanos en Toa, toa, toa, métemela toa en el club de las 500.
Finalmente, el Cine se basó en comedias que me han gustado bastante. Primero vi la divertidísima The Proposal ? La proposición y seguí con la también excelente y amena I Love You, Man ? Te quiero tío.
Y algo que se me había olvidado comentar relativo a los meses de abril y mayo. Este año sigo con curiosidad la evolución de los diferentes navegadores con los que se visita mi bitácora y ya había puesto las tartas de los tres primeros meses del año. En abril tuvimos la siguiente:
Los malévolos de Microsoft cotinuan con su dominio y se comen un 64.58% de la tarta mientras que los caballeros blancos de Firefox parecen estancados en el 28.78%. En tercer lugar parece que los ingentes esfuerzos de Google con su Chrome comienzan a dar algún fruto y se suben al tercer lugar con un 2.60%, lo cual es un incremento significativo respecto del mes anterior. Esta subida le ha costado la posición a Safari que retrocede hasta el 2.50%. El resto ni siquiera llegan a sumar una cantidad significativa para aparecer y entre ellos, el gran derrotado es el Opera, que parece condenado a desaparecer de las listas pese a su aura mágica entre los frikis y cejijuntos.
En el mes de mayo la cosa estuvo de la siguiente manera:
Los de Microsoft cedieron un trocito y se han quedado en el 62.91%, Firefox dio un pequeño pasito y ya está en el 29.16%, Google tuvo un incremento del cincuenta por ciento y se situó en el 3.91% con su Chrome y Safari siguió perdiendo cuota y se quedó en cuarta posición con un 2.29%. Los de Opera parecen haber recuperado algo y volvieron a aparecer en el pelotón de Otros con un 1.03%. Veremos como sigue la cosa en los próximos meses.
Así transcurrió la semana pasada. La próxima semana más …
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I Love You, Man – Te quiero tío
Las relaciones entre buenos amigos son complejas y llenas de pequeños matices que las hacen muy especiales. No hablo de esos a los que llamas amigos y con los que te llevas bien y demás sino del exclusivo círculo en el que cuentas a los AMIGOS, los que tienes en cuenta cuando sucede algo en tu vida y necesitas desahogarte y contárselo a alguien. Por eso la comedia I Love You, Man me llamaba mucho la atención ya que trataba un tema en el que quieras que no, todos somos expertos y tenemos una opinión muy específica. En España se ha estrenado estos días con el título de Te quiero tío.
Un julay cejijunto se sale del fasebuk para buscar a un amigo de verdad y al encontrarlo la jama a la que golpea con sus joyas se rebota toda
Un tipo que no tiene amigos y que vive bajo la falda de su novia ha de encontrar un mejor amigo rápidamente para que sea el padrino de su boda. Después de unos cuantos fracasos conoce a alguien que es diametralmente opuesto a él y que sin embargo parece encajar perfectamente con su carácter. Cuánto más se conocen mejor se llevan y al mismo tiempo, la relación con su novia se irá resintiendo hasta que tendrá que elegir entre ambos.
El concepto de alguien que no tiene amigos se me hace insoportable y eso que conozco algún friki que se jacta de no tener amigos y va por ahí pidiendo a gritos que alguien le de un abrazo y le preste atención por más de cinco segundos. Esto es más o menos lo que le sucede al protagonista, un tipo que pese a tener éxito y estar a punto de casarse ha fracasado en uno de los aspectos más importantes de nuestra existencia. No tiene amigos. Cuando comienza a buscarlos se da cuenta que no es tan fácil, que un amigo, uno de verdad, no crece como las malas hierbas y es algo que no siempre se encuentra. Al darse por vencido encuentra por casualidad a uno y todo su universo explotará ante los cambios que trae a su vida, lo despierta, le abre los ojos y le muestra un montón de cosas que no podía ver. Todas estas experiencias serán hilarantes, llenas de burradas que solo se dan entre dos amigos, de diálogos que no tienes con nadie más, llenos de extrañas teorías y con explicaciones que si hay algo que no tienen es fundamento científico. A su alrededor hay un grupo de secundarios que ayudan a completar la relación entre estos dos tíos que están solos y se necesitan el uno al otro. Paul Rudd
borda su papel y le da una humanidad increíble que salta de la comedia a momentos más serios sin grandes problemas. A su lado, Jason Segel
hace el ganso y se deja querer de una forma tan natural que resulta difícil no querer tenerlo como amigo. Las escenas corales funcionan impecablemente y entre todos nos llevarán de la mano por momentos cómicos y otros algo más serios y para cuando termina la película, todos salimos del cine muy contentos con lo que hemos visto.
Definitivamente recomendada para los que gustan de una buena comedia y quieran pasar un buen rato en el cine.