Confieso que fui a ver esta película sólo porque la daban en la noche de los preestrenos y el cine vale más barato. Uno como yo que se hace cerca de 90 películas al año en cine, se deja una pasta, y estas sesiones baratas (5.30 ??) se agradecen. Así que fui convencido que iba a ver la enésima repetición de la película de asesinos en serie.
Me equivoqué. Fue peor de lo que esperaba. Es aburrida, sosa, falta de ideas, lenta, pesada y podría continuar hasta el infinito. Angelina Joile participó por el cheque. Y fue de los gordos, porque enseñó hasta las tetas, en el que quizás sea el único momento que retuvo la atención de los espectadores. Fue definitivamente lo mejor. Si quitas ese momento «pechos», no queda nada. Ethan Hawke está incluso peor, haciendo de panoli-venido-a-menos. Y pensar que yo lo tengo en un pedestal por haber participado en esa joya que es Gattacca. Está claro que se tenía que haber retirado al día siguiente de acabar esa película. El tercero que pasa sin pena ni gloria es Kiefer Sutherland, que hay que ver lo estropeado que está el pobre. Y pensar que sólo hace unos días lucía genial como vampiro en Jóvenes Ocultos. A sí que si queréis mi opinión, si os gustan las películas de asesinos en serie con detectives super inteligentes que resuelven el enigma en 100 minutos, NO vayáis a verla. Le doy un aprobado raspado en gallifantes. Si queréis más información en Español, haced click aquí
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Vidas Ajenas – Taking Lives
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Nuevo aspecto
Ando jugando con el aspecto del Web, así que no os sorprenda si cambia de vez en cuando. Le he puesto un temilla más de primavera/verano.
Si encontráis fallos o hay algo que os parece que está mal, ¡avisad! 😀 -
Salida de Emergencia
Hace unas semanas hice una pregunta clara y concisa: ¿Al despegar y aterrizar, la tripulación de cabina de sexo femenino, anteriormente conocidas como azafatas, miran sólo él paquete de los tíos?. El resultado fue sorprendente.
Hubo una voz discordante. Alguién osó responder no. Inmediatamente comencé una investigación y hoy os puedo mostrar aquí los primeros resultados:
Así que mi pregunta es sencilla: Si mi amiga la azafata no ha sido, ¿Quién votó que no?
El que haya sido, que cumpla penitencia. Y de paso, me mande un correíllo confesando. Puedo prometer y prometo que mantendré su infamia en el más espeso de los anonimatos. -
La Huevadora
Me ha tomado mi tiempo pero al final he conseguido integrarme en Holanda. Había algo que me faltaba y no sabía muy bien el qué era. Tras múltiples visitas a hogares holandeses, he descubierto la causa. Yo no tenía una HUEVADORA.
Lo he solucionado inmediatamente. Fijaros en la foto. ¿A que es bonita? He tenido que crear una nueva palabra porque en España, al menos hasta donde da de sí mi escaso vocabulario, no existe término para definir a este artefacto.
Su función, o definición formal, sería la siguiente:
Huevadora = Pequeño electrodoméstico consistente en una base eléctrica sobre la que se sitúan los huevos suspendidos en un aura divina y a la que se añade agua para cocinarlos. Cuando los huevos están listos, el dispositivo silbará para advertir a su propietario.
Es un concepto muy sencillo. En España, que por algo es tercer mundo, los hervimos en un caldero, sin percatarnos de la ventaja que tiene semejante electrodoméstico. Ya me he aprestado a usarla. Para ello introduje los huevos en el soporte amarillo y los piqué. Si os fijáis bien, veréis la aguja que hay a la derecha. Esta es la parte más dolorosa, ya que el piercing o punción de los mismísimos siempre produce dolor. Una vez horadados, los coloqué en el soporte que previamente había llenado con agua. Existe un medidor y podemos cocinar los huevos de tres maneras distintas: tiernos o poco hechos, medio hechos y DUROS como teniques. Depende del gusto de cada uno en cuanto a huevos. A mí siempre me ha gustado tener los huevos duros así que elijo esa opción. La máquina hierve el agua, los cocina, y cuando están hechos se pone a cacarear para avisarte.
La primera vez que oí los cacareos me asusté. Pensé que mi vecina, o la subnormal de la hija se me habían metido en la casa, ya que no hay mucha diferencia entre el idioma chino hablado y el lenguaje de las gallinas. Fue un alivio descubrir que la responsable del bullicio era mi gallinita hacedora de huevos duros y no el pendón verbenero de mi vecina.
Ya he situado la huevadora en un lugar prominente de mi cocina para que cualquiera que venga a mi casa vea que Sí soy un ciudadano holandés. También me he comprado una pomada porque además de duros, se me han quedado los huevos escaldados.