Distorsiones – Página 65 – Nada es lo que parece

Que será será

17 de octubre de 2024

En dos semanas y dos días estaré de camino para las Maldivas a bucear y cuando miras la ruta de los aviones, pasamos a cien metros, quizás, ciento cincuenta de los joputas-terroristas-musulmanes-islámicos de los iraníes y como los israelíes no ejecuten su justa y bendecida venganza ya mismo, me da que acabará sucediendo cuando voy de camino y el avión lo desviarán hasta el recarajo.

En Ámsterdam, en la ciudad de Utrecht y en otras ciudades neerlandesas, cada domingo, en el centro de la ciudad, una banda de energúmenos que niega que murieran y violaran a mujeres israelíes, grazna y grazna lo del río hasta el mar, que yo entiendo que los israelíes deberían concederlo y no dejar uno vivo desde el río hasta el mar. Lo mejor es que todos esos energúmenos, montan tal follón y son tan agresivos, que ahora, las organizaciones que recogen donaciones y después se las mandan a los terroristas para que compren más armas y usen a más niños como escudos están empezando a darse cuenta que la masa silenciosa, que es mayoritaria, la gente que vive y deja vivir, han dejado de donar, han comprendido que son parte del problema y han optado por no subvencionar con su dinero a los terroristas y ahora, cuando se cerró el chorro de las donaciones gracias a los energúmenos que nos gritan que tenemos las manos manchadas de sangre, ahora esas organizaciones parecen haber captado el concepto que la escoria de la izquierda es buena en robar, en corrupciones, en montar follón y hacer destrozos, pero esos no sueltan un leuro ni aunque les apuntes con un arma, esos siempre pretenden que sean otros los que donen. Ahora esas organizaciones, que ya no pueden enviar las cuotas que enviaban a los terroristas, corren al estado para que sea este el que les de unas buenas y generosas subvenciones y han descubierto que el Estado está conformado por los partidos de derecha a los que votó la masa silenciosa y no va a patrocinar a terroristas.

Hay zonas de la ciudad en las que la cantidad de banderas de los terroristas en los balcones y ventanas de las casas es escandalosa. Te da que pensar, ¿por qué no se vuelven a sus tierras y se revuelcan allí en sus mierdas? En mi laburo, el joputa-terrorista-islámico-turco, después de cavarse su propia tumba, ahora está taciturno y no habla con nadie porque ha descubierto que esta es tierra de cristianos y que aquí, si tenemos que elegir entre un judío y un moro, la proporción es que preferimos trescientos judíos por cada moro y lo que se habla y lo que se comenta es que es habría que comprarles más armamento, pero más potente, para que puedan acabar el trabajo más rápidamente, que eso es lo importante, acabar con la amenaza definitivamente. Tampoco ayuda que el otro día un colega gallego llevó un hornazo y nos lo jincamos allí con sus tres tipos de carne de cerdo más su manteca de cerdo y todas y cada una de esas carnes y esa manteca, certificadas al 10000000% por cien que no son jalal. La rabia del chamo cuando nos veía comiendo aquello y sabiendo que seguramente es lo más delicioso que ha pasado cerca de él en su vida, le tiene que estar macerando una úlcera que cuando reviente, será como un agujero negro y lo consumirá al completo. Es lo que hay. Al enemigo, ni agua.
Educando a base de leuros

16 de octubre de 2024

Aunque resulta difícil de creer, en los Países Bajos, hace unos años, teníamos casi doscientos pasos a nivel en las vías de tren sin ningún tipo de barrera y eran máquinas de matar muy eficientes, sobre todo por los soberbios y pollabobas que van con sus auriculares sin mirar y se quedaban pegados como moscas a parabrisas a los trenes. En los últimos años se han cerrado, desviado, bloqueado un montón de ellos y ahora mismo estamos en veintiocho de esos pasos sin barrera en el país y para el año que viene esperan que solo queden diez. En lugar de solucionarse el problema, al final descubrieron que donde se producían más accidentes es en los pasos con barrera, de los que tenemos unos dos mil por todo el país y mismamente, cuando voy a la fábrica de mi laburo en Bolduque, suelo pasar uno.

El problema es que suena la campana, se encienden las luces, baja la barrera y aún hay gente que se los salta, o pasa cuando las barreras aún están bajando y en esos sitios, los trenes pueden venir a ciento cincuenta kilómetros por hora. Para arreglarlo, desde febrero han puesto en doce de esos pasos, en los que más accidentes y problemas se producían, jincaron cámaras y empezaron a multar a coches, motos y motocicletas y resultó que cuando te empetan trescientos leuros de multa por pasar con el coche por un paso con barrera que ya está activada o doscientos diez leuros de multa para motos y motocicletas, la gente empieza a aprender a esperar. Se harán cursos de doctorado tratando de comprender algo tan extraño, que la gente respete las normas de circulación cuando les clavan un puñal en la espalda hasta el mismísimo mango, que una de esas multas de trescientos leuros te tienen que dejar con el cuerpo como para irte a la feria de Málaga a bailar. Visto el éxito, van a poner más cámaras y así cubrir los cuarenta puntos más problemáticos y así, a base de multas, la gente dejará de provocar accidentes que acaban afectándonos a todos los que usamos la red ferroviaria.

En los Países Bajos, cuando se trata de multas, el gobierno lo ve como una maravillosa fuente de financiación y las autopistas están petadas de cámaras, de tramos en los que se controla la velocidad media y hasta cámaras que controlan que las motos mantengan la distancia mínima de seguridad con los coches o que la gente no circule por la izquierda si hay carriles vacíos por la derecha, que es una económica multa de más de doscientos leuros para enseñarte a cambiarte al carril de la derecha. En el trabajo, los culocochistas están siempre cagándose en sus muertos porque les ponen multas en las autopistas, les ponen multas por saltarse semáforos en amarillo, les ponen multas por ir por su barrio a más de treinta kilómetros por hora, o a más de cincuenta en las salidas a las carreteras generales y hasta les ponen multas por aparcar en zonas de pago, que ahora que hay tecnología, usan unos coches que van paseándose, haciendo fotos de todas las matrículas y como están conectados a la base de datos que tiene registrado los coches que han aparcado en la zona y el tiempo que pagaron, las multas son constantes y los que llegan al país por primera vez o pasan haciendo turismo, son presa fácil y reciben cantidades industriales, que todavía recuerdo cuando mi tío fue desde Ámsterdam a Utrecht con un coche de alquiler y le jincaron cuatro multas por exceso de velocidad en una tramo de treinta kilómetros y le clavaron cienes y cienes de leuros y las facturas le llegaron a gringolandia y puedes elegir no pagar, pero mejor ya no vuelves a poner un pie en este país porque como tu nombre aparezca en alguna lista de pasajeros de avión o barco, tienes un comité de bienvenida esperándote para llevarte directamente a una comisaría y pagar la multa y los intereses.

Otra actividad en la que la pasma pone mucho cariño es en hacer visitas a los aparcamientos de los aeropuertos durante los periodos de vacaciones y todo el que deba dinero a hacienda y haya dejado allí aparcado un coche que está a su nombre, cuando vuelve ya no lo encuentra y si lo quiere recuperar ha de pagar la deuda o se subasta y se usa el dinero que recauden para pagar la deuda. Dentro de una semana, cuando empiecen las vacaciones de otoño, serán cientos los que reciban ese palo, que también se usa mucho en partidos de fútbol, controlan los aparcamientos de los estadios y para cuando acaba el partido, los que tienen deudas se vuelven a sus kelis en transporte público.
Black Iron Horse IBEX – 2

15 de octubre de 2024

El domingo estando en Ámsterdam, el Turco me encargó una misión secreta y mientras la realizaba me crucé con esta bakfiets y le hice una foto. Técnicamente, esto entra en la categoría de triciclos, que pese a mis obvias limitaciones intelectuales, yo le conté tres ruedas. Tiene una pinta rara y era la primera vez que veía una así que investigando he descubierto que es una bicicleta de una empresa danesa, la Black Iron Horse IBEX – 2. De entrada, las ruedas son pequeñas, con la trasera de veinte pulgadas y las dos delanteras de dieciséis. Tiene motor eléctrico central y casi parece una bicicleta plegable por su tamaño tan pequeño, aunque ni jarto de güiski de garrafón se podría doblar eso y meterlo en un tren, más que nada porque sin extras pesa alrededor de cincuenta y cinco kilos. Tiene un precio saladito tirando a rescándalo, de seis mil leuros en el modelo básico y la capota esa para la cesta son cuatrocientos y pico leuros más. Puede llevar doscientos veinte kilos, repartidos con la mitad para el conductor obeso y la otra mitad para dos niños mórbidos. Con una batería cargada puede hacer como máximo sesenta kilómetros. El diseño es curioso, aunque a mí me gustan las bicis con ruedas grandes, pero el precio me parece un pelín abusivo, que la cesta esa de delante dice que está hecha de plástico reciclado, que por ese pastizal yo esperaba al menos oro del que cagó el moro.
El caminito del Burabura

14 de octubre de 2024

Siempre se aprenden cosas nuevas y de la visita del amarillo que vino del país del sol caguiente, lo que nos llevamos todos, aparte de constatar que son un puñado de inútiles, fue el Burabura. Mira que yo llevo años laburando con los amarillos y hasta ahora no había escuchado jamás este concepto mágico, pero en tres días tuve un empacho. Todo empezó el lunes, cuando yo estaba muy desmejorado por la resaca en progreso del Herfst Biertocht Amsterdam 2024. Estábamos en la reunión con el chamo los de legal y de cuando en cuando, caía un BURABURA. Yo como mi capacidad de procesamiento cerebral estaba muy mermada, suponía que me desactivaba por unos instantes y por eso no me enteraba muy bien de lo que estaba pasando, o eso creía hasta que no uno, ni dos, sino tress de los del equipo legal, por el chat me preguntan si sé lo que significa el BURABURA ese, que los tiene muy desconcertados. Ahí fue cuando empecé a prestar atención pero no me quedó el concepto nada claro.

En el segundo día de reuniones, continuó el chaparrón de BURABURA y por las caras de los que estaban en la areunión, a ellos también les sorprendía. El que mantería la postura es mi jefe, pero ese, después que le amputaron todas las terminaciones nerviosas, no se le puede leer muy bien el careto. Por la tarde, cuando íbamos en el coche hacia Bruselas, en el medio de aquel horrendo atasco que podríamos haber evitado, cayeron un par más de BURABURA y yo empecé a macerar mi teoría, aunque la susodicha se me desmoronó por completo a la mañana siguiente cuando a una pregunta directa con respuesta positiva o negativa, el chamo respondió «Sí, BURABURA«. Para entonces, éramos varios los que estábamos haciendo la investigación para encontrar la fuente del BURABURA, el lugar del que surgió y lo que puede significar. Al final creo que la traducción menos literal pero que quizás sea la más perfecta es etcétera o quizás con un matiz como y así sucesivamente, porque siempre parece ser como una forma de continuar hablando, aunque quizás nos equivocamos porque encontramos diccionarios que reconocen la existencia del BURABURA, pero parecen decantarse por otros significados, como ir sin rumbo fijo u holgazanear.

Nosotros hemos decidido adoptar el concepto, europedizarlo y darle una nueva vida como palabra recién bienvenida a la Unión Europeda. Aún no tenemos claro lo que significa, pero ahora, cuando álguien quiere que te tomes un cafelito con esa persona, te dice: Café, BURABURA y así sabemos que o viene con tertulia, o lentamente y cuando vas a una reunión de mala gana, es una reunión BURABURA y en lugar de decir, mañana, mañana, si alguien te pide algo, lo lógico es responder, BURABURA … BURABURA, con lo que no te comprometes a nada y das una versión conceptualmente libre del paso del tiempo, que nadie sabe si un BURABURA … BURABURA equivale a un par de minutos, unas horas, un día, varios días, o hasta que puerkagón se pudra en el infierno.