Pasé la última frontera


El año 2018 está en los anales del mejor blog sin premios en castellano porque fue cuando llegamos a un hito histriónico, histérico e histórico y sucedió en el día de los Santos Inocentes, día en el que fui a ver la película número doscientos cuarenta y tres. Al año siguiente, me quedé bien lejos de esas cifras, después llegó la pandemia podemita y truscolana y aquello se convirtió en el desastre del 2020 y el aún peor desastre del 2021, que nos hizo retroceder a cantidades de películas más propias del año 2010, o sea, nos echó once años pa’trás en el tiempo.

La semana pasada llegamos al récord del 2018 y lo reventé y estamos en un nuevo territorio. La idea era jincarle un montón de películas durante el domingo y yo me levanté super-cuco a las ocho de la mañana, me duché en un pispas con mi ducha de agua fría casi helada, desayuné y salí por patas para la estación a coger el tren e irme a Ámsterdam y al entrar en la estación, todo, todo, todo, se fue al carajo. Trenes cancelados, una multitud como en la India de gente en el andén y todo un desastre que viendo que ya no llegaba ni de coña a la primera película de las que había elegido, opté por regresar a mi keli, derrotado, aunque más tarde descubrí que esto igual fue obra de mi ángel de la Guarda porque durante el día hasta hubo unas horas en las que la estación central de Utrecht se quedó sin electricidad y fue el caos máximo, con lo que no vi cine, pero estuve en mi keli, paseando, bobiando y demás, que un día de descanso también viene muy bien.

Este sábado intentaré, de nuevo, ir a Ámsterdam para ver no tres, sino cuatro pelis, pero todo esto solo se podrá conseguir si el primer tren no me falla. Después, si en el regreso me pegan el pallufo y tardo eones en llegar, me la suda, pero lo importante es llegar allí a tiempo porque he conseguido una cadena de películas con un cuarto de hora entre ellas. Esta semana es que ni siquiera pude ir al cine por circunstancias que serán reveladas en su momento de la semana que viene y la semana fue no complicada sino complicadísima.

Así que regresando al evento que se celebra, ya estamos en territorio de récord de películas vistas en el año, definitivamente llego a las doscientsa cincuenta y es posible e incluso probable e improbable, que llegue a las doscientos sesenta, que es un ritmo de visitas al cine impensable para cualquier otro julay que no sea de Uitverkorene.

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5 respuestas a “Pasé la última frontera”

  1. Pero son pelis distintas o se suman las tropecientas millones de veces que has visto Top Gun?

  2. Ese es el número total, incluyendo todas las películas que he repetido, que no son solo Top Gun: Maverick, hay otras. Ninguna de esas películas las volveré a ver fuera de un cine.

  3. Espero que en los chequeos de salud que supongo harás anualmente, esté incluido el psiquiátrico, porque lo tuyo cada vez lo veo más grave, pero si te gusta, y el coco te aguanta sin chisporroteos no olor a quemado, que coño, pa,lante, como los de Alicante, quien coño soy yo para decirte lo contrario…
    Salud

  4. Genín, hay que entenderlo también, es un vicio como otro cualquiera, y si no fuese al cine que le quedaría? el duolingo?? Dale sulaco! a por las trescientas!