Caperucita Roja – Red Riding Hood


Caperucita Roja - Red Riding HoodHay cosas que conocemos de toda la vida y que resulta muy difícil cambiarlas ya que forman parte de nuestra herencia cultural. Una de esas es el cuento de caperucita roja, que quien más y quien menos se sabe al dedillo. Ha sucedido que a alguien se le ocurrió la brillante idea de hacer una película basada en este cuento solo que decidieron añadir en la batidora un romance, música chula, peleas, honor, venganza y muchas cosas más y claro, luego pasa lo que pasa. La película se llama en su versión original Red Riding Hood y en España se estrenó la semana pasada con el título de Caperucita Roja. En Holandés, por si alguno tiene curiosidad, el cuento tiene el título de Roodkapje.

Una julay con fuego más bien uterino vive en una barriada problemática de las afueras en la que hay un julay haciendo pupita de la mala a la chusma y a la gentuza

Resulta que Caperucita roja vive en una aldea medieval en unos bosques y de repente parece ser que hay un lobo en la barriada y llega una especie de inquisidor para matarlo y allí empieza a morir gente que no veas mientras a caperucita le apalabran el matrimonio con un chamo al que no quiere y el maromo al que se le pone gorda y dura cuando la ve sufre en silencio y a grito pelado y trata de encontrar al lobo para matarlo.

El cuento original es muy sencillo y fácil de seguir, algo que no sucede con la película, que la complicaron innecesariamente con un montón de tramas estúpidas y aburridas. El guión apesta, trataron de colar la saga Crepúsculo por aquí y cambiar los vampiros chulos por un misterioso hombre lobo que acosa a todo el mundo y no funcionó, igual que la música parecía fuera de lugar y los actores trotaban por los escenarios dando lástima y pena.

La otra volatada antológica de la película es que están en pleno invierno, nieva todo el tiempo, hay nieve y hielo siempre en el suelo y los dos protagonistas parecen modelos de catálogo de primavera/verano de grandes almacenes, van medio desnudos y parece que hasta se acaloran. Si a eso le unimos la capacidad que tiene todo el mundo para no ensuciarse ni impregnarse cuando caen en la nieve, los peinados perfectos que uno no espera encontrarse en una aldea medieval y las polladas que dice Caperucita Roja cada vez que abre la boca, que hacen que uno desee que alguien se la llene con una buena polla para que no pueda hablar, con todo esto tenemos una combinación para un bodrio épico.

Es una puta mierda del copón que no merece ni el verla en un pase televisivo. Si eres un miembro fundador del Clan de los Orcos o tienes perfil en el CaraCuloLibro, seguramente te mole. Para los demás, ni os molestéis.

02/10


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