Otra de las películas viejunas de la Disney que he ido a ver en septiembre es la de hoy, una que en realidad es una historia que se hace varias veces cada milenio y si no busca en el mejor blog sin premios en castellano y te encontrarás Robin Hood, el pallufo aquel con Russel Crowe en el que ponía aquellas caritas como de lamentar el haberse metido un tampón por el orto. Todos tenemos clarísimo que la mejor de todas fue la de Kevin Costner de Jesús, aunque los viejunos como Virtuditas y Genín hablan siempre de una de los años treinta o así. Creo que incluso este año es posible que tengamos una nueva en los cines pero hasta que llegue esa, hoy hablamos de la versión animada de 1973, que por supuesto Genín y Virtuditas vieron en los cines pero yo no y creo que para mí este fue el primer visionado. Se trata de Robin Hood y en España se estrenó con el mismo título.

Un julay ratero busca chingarse a una pava del poblacho

Esta es una versión con animales pero el concepto es el de siempre. El hermano malaje del rey está a cargo de la corona porque el legítimo se ha ido de putas al extraradio y se dedica a meter impuestos a la gente y exprimirlo, igual que hacen los podemitas, esa chusma y gentuza deleznable. El Robin le roba y lo regala en connivencia con el presunto tocador de niños del poblacho y de paso se encoña de una que está siempre en el castillo real pero no me queda muy claro la razón de su presencia allí.

La película tiene una cancioncilla que está bien pero en su totalidad peca de simple. Es una historia realmente para niños, sin atisbo de nada que pueda interesar a un ser altamente sub-avanzado como un servidor y sufrí horrores para llegar al minuto ochenta y dos y salir de la sala. La historia es simplona, con un malo que es bueno, un malo que es malo y un montón de personajes secundarios que tienen su frase con guasa o así. Tiene grandes chorradas típicas de las series de dibujos animados americanas, como toda la secuencia de escape del castillo. Robin Hood se encoña y poco menos que se lleva a la pava al bosque para vivir con ella en pecado mortal y eterno pero como es de dibujos animados y nunca los vemos cuando se meten en su tienda de campaña y se la empeta hasta los pelos de los güevos, pues no pasa nada. Al final, ese desapego que se crea entre los adultos y la película es su perdición. Aburre y por más que sean dibujos animados y estén bien hechos, no es suficiente.

Esto no creo que sea cine para los miembros del Clan de los Orcos, que son brutos como arados y tampoco es algo que pueda gusta a los sub-intelectuales con GafaPasta. En fin, ya la he olvidado.