Ya dije en su día que cuando compramos la entrada para el Ajax 1 – FK Vojvodina 0 nos hicieron un dos por uno, como en las putas sin dientes de Ámsterdam y teníamos también entrada para ver el siguiente partido, sin saber quién sería el contendiente o incluso si era para la misma liga europeda o una inferior, que era posible. Como al final ganaron también el partido de vuelta, el Ajax seguía compitiendo para la liga Europa o algo así, que yo no tengo ni idea de lo que puede ser o será y el nuevo contendiente era el Panathinaikos, que a mí me suena de algo y juraría que con ese nombre, o es truscolán o es griego, una de dos. Como en el partido anterior, le dije a mi colega que se viniera pronto a mi keli para comer, que cocinaba yo, que no quiero que la gente me compare con Virtuditas y su capacidad infinita para llamar y pedir pizza. En esta ocasión, la comida era mi legendario Arroz con pollo en la olla a presión:

Mi amigo se comió tres platos el joputa, no podemos decir que se encochinó, porque era carne de pollo, pero se empolló hasta arriba. Después de la comida, salimos para el estadio del Ajax, en el que el partido comenzaba quince minutos antes.

En los previos, esta vez hasta contrataron a un cantante neerlandés super-hiper-mega conocido por todo el mundo menos yo y cantó una canción y el estremecedor vídeo sirve de prueba para recordar por qué los estadios de fútbol son lugares terribles para conciertos de música chabacana. El gobierno debería mandar oteadores, que los que más se enralan, si aún no la reciben, tienen derecho a la paga de subnormales pero que con una certeza absoluta.

No hay nada más emocinante que el La La La de la ceremonia de las banderitas, con el estadio petado de gente. También me llevé banderitas después del partido para regalarlas en la oficina y que el joputa-terrorista-turco-musulmán-de-mielda se coja una úlcera de la rabia, que ese se cayó en la poza de la envidia al nacer y mierda ve, cagada quiere.

Bueno, no sabíamos que íbamos a presenciar historia del fúrbol y el partido, del que vemos un poquito, resultó sosísimo, con el resultado final de Ajax 0 – Panathinaikos 1, que como en la ida ganó el Ajax, descubrí, con terror absoluto que nos llevaba a los dos tiempos de prórroga y si no se solucionaba, a los penaltis.

No sucedió nada en la prórroga, o más bien le quitaron un gol al Ajax y llegamos a los penaltis, que se supone que eran cinco por equipo. Aquí es donde entró el equipo en la historia del fúrbol porque en realidad se tiraron TREINTA Y CUATRO penaltis y el portero del Ajax, que es un puretón de cuarenta tacos, paró cinco, pero los lerdos de los jugadores después fallaban, incluyendo la estrella local, que falló los dos penaltis que tiró y que espero que lo hayan puesto mirando a la pared unas cuántas horas y le hayan reducido su paga de cocaína, porros y putas a la mitad, o mejor aún, que le paguen chulangas que se la empeten hasta los pelos de los güevos para que la próxima vez esté más motivado. En el vídeo anterior vemos alguno de los penaltis fallados por el Ajax y el que le dio la victoria al equipo en un momento de delirio colectivo. Esta es la segunda tanda de penaltis más larga de una competición de fútbol Europeda, y si contamos que fuera de Europa no se juega al fúbol sino al soccer, es la segunda tanda de penaltis más larga de la historia del universo conocido. Tiraron penaltis todos los jugadores incluyendo los porteros en ambos equipos y varios jugadores tiraron más de uno. Solo esto duró más de media hora y si sumamos el tiempo del partido y prórrogas, estuvimos allí una eternidad.

Finalmente, tras la victoria vino el paseíllo y la emoción de la gente, que hasta se quedaron para aplaudirles porque aquello fue apoteósico y apocalíptico. El que va de amarillo al completo es el señor ese tan mayor que juega de portero y que salvó cinco penaltis y sus compañeros fallaron los suyos y alargaron aquella agonía, que el otro portero no los paraba, ellos los tiraban fuera de la portería. Con tremenda victoria, hemos pasado a la siguiente eliminatoria y la semana que viene tenemos el partido de vuelta del Ajax contra el Jagiellonia Bialystok, que suena a enfermedad sexual truscolana, suciolista y podemita y mira tú por dónde, mi amigo estaba tan emocionado con lo que vimos que ya compró nuestras entradas, así que iremos a ver ese también. En el regreso, la autopista A2 a su paso por Utrecht en dirección sur estaba totalmente cerrada al tráfico porque están cambiando el asfalto para poner uno que haga menos ruido, que al parecer los culocochistas son muy sensibles al ruido de sus neumáticos y tardamos un montón en llegar a mi keli. Virtuditas puede confirmar sí ella también se pone tapones en los oídos cuando se va a tomar el cafelito con el Ancestral en su carro.