Drive My Car – Doraibu mai kâ


Toda mi angustia y mi estrés por ir a la filmoteca antes del final de marzo era para poder ver una de las películas candidatas y de la que se decía que podía ganar la mejor peli, pese a ser del país de los amarillos sin humor y que también estaba nominada a mejor peli extranjera y un par de cosillas más, aunque al final solo ganó el Oscar en la categoría de mejor película extranjera excluyendo truscoluña, que no es nación. La película se titula Doraibu mai kâ, aunque tanto en los Oscars como en los Países Bajos o España se estrenó como Drive My Car.

Un julay se pasea en una especie de Simca 1000 pero sin chimpún

Resulta que un pavo que es actor y director de teatro o algo así y que está casado con una hembra que también hace algo parecido o similar, se quedó traumatizado cuando la hembra la palmó, aunque antes de diñarla la pilló chingándose a otro más joven en su keli. Dos años después el pavo sigue como traumatizado o algo así y con los mondongos del tamaño de sandías y acepta dirigir una obra de teatro super-aburrida en Hiroshima. Se va para allá pero pide que le alquilen una keli a una hora del trabajo y resulta que el teatro no le deja conducir por alguna movida rara y por eso tiene una conductora, una pava que parece competir con él en rarerías.

Si crees que vas a sonreír en algún momento durante las exactamente tres horas que dura la peli, pide la paga de subnormal porque te la has ganado. Esto es un drama y nunca deja de serlo, todo es como muy dramático, muy teatral y muy negativo. Encima, pasamos un montón de tiempo en el coche ese, revolcándonos en la rutina del hombre, que le gusta siempre hacer lo mismito, pero también pasamos un montón de tiempo en los ensayos de la obra de teatro, que para ser original y tal y tal la hacen con actores japoneses, una china que no habla japonés, una coreana muda que habla el lenguaje del agitamiento de los brazos y claro, aquello es rarísimo. Uno de los protagonistas es un tío que parece un papagüevo, con un cabezón que no entra en un barreño y yo lo que pensé es que era alguno que les cambiaron en el hospital y lo criaron engañados como japonés, pero no, más tarde reconoce que es koreano-de-mielda y eso explica el cabezón, que en ese país las hembras paren rompiéndose las caderas para que salgan esos cabezones. Particularmente, pienso que a la película se le podría haber quitado tranquilísimamente una hora y media, vamos, que los títulos de crédito aparecen justo después de una hora, ya que la escena inicial es contando la movida con su hembra, como se la pegaba con un joven, como la pilló chingándoselo en su keli, como la palmó y como él sufrió tanto, pero todo eso en una HORA. Es después de la hora que llega a Hiroshima para hacer la obra de teatro y conoce a su conductora y al kabezudo y a los otros. Aunque la película es entretenida, este ritmo tan lento y el regodeo en las conversaciones y escenas en el coche, que son siempre las mismas, agota.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos, no te preocupes que jamás se te ocurrirá ver algo así. Si eres un sub-intelectual con GafaPasta, estás obligado a verla. Inicialmente le había dado un ocho pero a posteriori, le he quitado un punto porque se podría haber hecho mucho mejor con una duración menor.


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