El interior de la mezquita Jumeirah


Una foto de la mezquita Jumeirah petada con todos los turistas y podemos observar a las hembras emburkadas haciendo fotos. El pavo de blanco en la derecha yo creo que era el único que estaba allí o para rezar, o para oler y disfrutar del olorcillo de los chochos de las chonis. Aunque en la calle habían temperaturas más propias de las calderas del infierno, allí dentro y gracias al aire acondicionado hacía un frío que no veas. En la alfombra esa no se puede entrar con zapatos, algo que me da un mal llullu que no veas y por eso, cuando estoy en estos países tan subdesarrollados, yo siempre llevo en la mochila un par de calcetines de quita y pon para que la preciosa piel del Elegido no entre en contacto con esos suelos, que yo he visto muchas pelis y he visto como se tiran al suelo y se revuelcan en el mismo varias veces al día. El marcador electrónico que se ve al fondo hacia la izquierda no tiene la lista de números premiados en la primitiva y en el cuponcito sino las horas oficiales de rezos, que cambian cada día porque se basa en unos cálculos hiper-extra sensoriales relacionados con la puesta de sol y el amanecer y ajustados a la Meca o algo así, creo que nos lo explicaron pero como que yo no estaba muy centrado en la historia.


4 respuestas a “El interior de la mezquita Jumeirah”

  1. Acostumbrados a la opulencia que se gasta esta gente, esta mezquita me parece muy elegante por fuera y por dentro.

  2. Si, yo estoy con lo que dice Monse, a mi me cae bien esa sencillez con sus colores pastel…
    Salud