Creo que esta inmersión ha batido el récord del año 2023 a la cantidad de vídeo que grabé en una sola bajada y en este caso fue tanto, quizás tantísimo, que cuando me he puesto a hacer la recompilación, me han salido CINCO, repito, 5, tripito, V (uve), vídeos, con lo que vamos a estar de inmersión nocturna por un tiempo. Esta fue, además, la última inmersión que hice en el año 2023, que a mí me gusta acabar el año con una nocturna, por la sencilla razón que es cuando los días son más cortos y puedes estar de vuelta a tu keli antes de las nueve de la noche, que si lo haces en verano, te dan las 2 de la mañana porque hay que esperar un güevo a que se haga de noche. Diciembre también me gusta porque el mar está caliente, que todo ese calor que acumula durante el verano se viene notando en los meses posteriores. Para esta inmersión, la música elegida es la maravillosa canción Left to My Own Devices de los Pet Shop Boys.

Comenzamos según nos hundimos por la playa de Tufia y se pueden ver las luces de todos los que vamos, salvo la mía, que yo usos un foco para poder grabar vídeo que difumina la luz y todos los demás prefieren tenerla concentrada. Al principio no vemos mucho. Sobre el primer minuto y medio tenemos una escena espaventosa, cuando vemos en mi ordenador de buceo que estoy solo a tres metros y diez centímetros de profundidad y que la temperatura del agua es de veintiún grados (ahora mismito en las Canarias el agua está a unos diecinueve grados, quizás dieciocho, que esta es la época con el agua más fría del año). Pasados los dos minutos vemos un chucho. En la cola tiene aguijones venenosos que reserva para suciolistas, truscolanes y podemitas. Al pobre bicho no le moló que lo descubriéramos e hizo todo lo posible para huir, aunque sin mucho éxito.

Después de ese encuentro, en el tercer minuto y medio, llegamos al tanque de aire reciclado en Portal de Belén y que alguien pone por allí durante las navidades y después retira. Sin pausa, nos topamos con un pulpo que hizo lo posible para camuflarse y no moverse demasiado y ahí acaba este primer vídeo y queda muchísimo por ver. Yo le recomendaría a Virtuditas que se compre un rosario con el doble de bolas porque va a rezar muchísimo cuando su retoño haga inmersiones nocturnas, que ahí los tiburones están cazando.