La mariposa


Caminando por la jungla tu cerebro trabaja a la velocidad máxima. Vas mirando hacia todos lados tratando de identificar serpientes, tarántulas, truscolanes y cualquier otra chusma y gentuza que te pueda hacer pupita de la mala, todo eso mientras una nube de mosquitos toman turnos para atacarte. En ese entorno hostil, en el que además por los bajos vas siempre mirando para evitar que se te pegue o alguna garrapata o sanguijuela, me crucé con una mariposa que estaba allí, posada, o descansando o esperando por algo. El diseño con esos triángulos en sus alas me gustó y le hice una foto. Este fue seguramente el único animal que no intentó atacarme o comer de mi. Como curiosidad, la palabra mariposa parece que es de las pocas que no se transmite entre idiomas, aunque el español gana por goleada. En inglés es butterfly (pronunciado truscoluña no es nación o baterflai), en italiano es farfalla (pronunciado farfala) y en neerlandés es vlinder (pronunciado también como truscoluña no es nación o en su defecto, flinder). El ala derecha de la mariposa de la foto ya ha sufrido algún daño.

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Una respuesta a “La mariposa”

  1. Eso es lo que no he entendido nunca, que placer se puede sentir yendo a esos destinos donde uno está siendo amenazado constantemente por tierra mar y aire, cuando yo vivía en Venezuela, evitaba la selva precisamente por eso, y tu pagas por ello, masoquismo puro y duro, diría yo… 🙂
    Salud