Padre no hay más que uno 2: la llegada de la suegra


Al parecer, el gran estreno español del verano es una comedia que resulta ser la segunda parte de una película que yo no vi, pero visto el poster de la película, supuse que tampoco iba a ser crítico el entrar directamente en la serie por la segunda película. En el multicine al que fui, un yelmo, se respetaba escrupulosamente la distancia de seguridad en la sala porque básicamente estaba yo solo y aquello fue una sesión privada. Se trata de Padre no hay más que uno 2: la llegada de la suegra y seguro que sabéis en donde encontrarla.

Un julay le tiene una tirria a su suegra que no veas

Un pavo con hembra y cinco hijos se entera que ha empreñado nuevamente a su hembra y tras la desgracia de saber que van a ser seis niños, además la chacha sudamericana los deja y su mujer se trae a la suegra para que lo ayude en la casa y allí se monta un pitote que no veas o algo así, que no me terminó de quedar claro.

En el pasado, Santiago Segura hacía unas comedias fabulosas porque era irreverente e igual se reía de una hembra, que de un minusválido, un negro o de lo que fuera. Todo eso se acabó. Ahora estamos en la era de lo políticamente correcto y eso implica que no hayan bromas que puedan ofender a nadie y el resultado es una película con niños haciendo niñadas y en la que las risas brillan por su ausencia. Hay poco de lo que reírse y el supuesto nuevo fichaje, la suegra, no aporta nada a la historia y se limita a hacer su papel en las pelis de Almodóvar pero de vieja y gritando más. La película tiene varias historias secundarias que funcionan aún peor que la principal y el efecto final es que sin ser mala, tampoco es buena, es sosa, previsible y todos sabemos como va a acabar.

No creo que plazca ni a los miembros del Clan de los Orcos ni a los sub-intelectuales con GafaPasta, aunque seguro que las hembras podemita y las del ministerio ese de la pollardidad seguro que salen del cine muy satisfechas por el igualitarismo que tanto apesta aquí. Mejor esperar a que la pongan por la tele y así al menos podéis jugar con el teléfono o el iPad mientras la estáis supuestamente viendo.


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