Otra de las excursiones que hice desde Sihanoukville fue al Parque nacional de Ream, situado a unos veinte kilómetros del poblacho. El resto de las fotos de esta serie serán en dicho parque. El lugar es muy interesante, con manglares junto al mar, una tribu a la que el progreso les pilló mal colocados y playas preciosas. Este parque también tiene mucha fauna, sobre todo aves y al estar cerca de Sihanoukville es un destino relativamente popular entre los turistas. Obviamente la gente prefiere las borracheras, la playa y las excursiones a las islas de los alrededores pero siempre quedan las excepciones como yo que también quieren conocer este tipo de lugares.
-
Bakfiets con nevera
Llevo años añadiendo fotos de bicicletas en el álbum correspondiente y a la hora de elegir una siempre voy por el final. De cuando en cuando me paro a revisar el álbum y me topo con alguna vieja imagen que por alguna razón ha conseguido pasar desapercibida y no la he publicado. Hoy tenemos una de esas y corresponde a una bakfiets o bicicleta de carga que suelo ver con frecuencia ya que su propietario vive en la misma barriada periférica en la que vivo yo. Es un modelo antiguo y la cesta de carga parece una enorme nevera, aunque nunca lo he visto abrirla y no sé lo que llevará dentro. La bicicleta es bastante básica y definitivamente alejada de los más recientes avances tecnológicos pero sigue funcionando y su dueño siempre parece contento cuando va por el barrio con ella. Dudo mucho que se pueda conseguir nueva y ciertamente, no he encontrado información alguna sobre la bicicleta.
-
Puesta de sol en la playa de la Independencia
En Sihanoukville me hospedé un poco a las afueras del poblado y la ventaja es que la playa que estaba en frente de la pensión era básicamente para mí, por no haber, no había ni mancos ni tullidos arrastrándose por la arena para pedirte dinero, algo que a mí me parecía más relajado que lo que sucede en la playa principal, en donde te quedas medio adormecido y cuando te despiertas tienes una parada de los tullidos a tu alrededor que te pone un mal cuerpo de que te cagas. Otra de las ventajas de la Independence Beach eran los fabulosos atardeceres y los ruidos de los animales por la noche.
-
Algo de orden dentro del caos
A lo largo de los años la manera en la que interacciono con la tecnología ha ido evolucionando. En la actualidad todo gira en torno al iPhone, ese dispositivo mágico y maravilloso que desde hace años copian sin vergüenza alguna las empresas del país de los cabezudos koreanos de mierda. La ventaja es que ahora todo va conmigo y esté donde esté, aquello que necesito se encuentra básicamente en el bolsillo de mi pantalón o de mi chaqueta. Esto es algo que llevo repitiendo desde hace eones pero por si acaso alguno no se molesta en revisar los archivos …
Uno de los pilares en los que me apoyo son las listas. Uso Wunderlist para crear listas de todo tipo. Ahí tengo la legendaria lista de viaje que sigo antes de salir de mi casa de vacaciones para no olvidar ningún artículo esencial, la lista semana con las cosas que tengo comprar en el supermercado, mercado o donde se tercie y el menú semana con las cosas que como o quiero comer para no complicarme la vida cuando preparo el resumen de la semana. Algunas listas aparecen y desaparecen y un buen ejemplo es la de Asia 2014 en donde tengo el borrador de mi itinerario, el cual voy ajustando según los amigotes y expertos me van aconsejando y que desaparecerá llegado el momento.
El otro pilar, tanto o más importante, son los recordatorios, pequeñas notas de cosas que debo o quiero hacer y que habitualmente están vinculadas a una hora o un lugar específico. Creo notas continuamente, según me comprometo a algo y algunos hasta creen que tengo memoria de elefante cuando lo cierto es que el teléfono es el que hace la mayor parte del trabajo. Hay cosas como las medicinas del asma que tengo que hacer todos los días y por eso esos recordatorios están siempre ahí, se renuevan automáticamente y el teléfono va añadiendo los siguientes. También lo uso mucho a la hora de cocinar para no pasarme en los tiempos necesarios o como en el caso de hoy, para recordar al salir del tren en la estación de Utrecht Centraal que camino de mi casa tengo que pasar por la oficina de correos a buscar un paquete.
La forma rápida y eficaz de crear los recordatorios es con Siri, una pava que entiende perfectamente el idioma canarión y con la que hablo, diciéndole por ejemplo: Recuérdame a las 16.30 que tengo que ir a la oficina de correos y ella por medios mágicos y maravillosos va y me crea el recordatorio. Igual que hace esto puede crear otros para recordarme sacar la ropa de la lavadora (soy el puto amo dejando la ropa dentro días y días si me despisto …), poner el contenedor de la basura en la calle o llamar a alguien para felicitar un cumpleaños.
Recuerdo cuando empapelaba mi cartera con notas para recordar las cosas o las listas con lo que quería comprar. Aquellos eran otros tiempos …